La NASA hará un segundo intento de lanzar su nuevo y potente cohete a la Luna el sábado, después de anular un vuelo de prueba a principios de semana, dijo un funcionario este martes.
El despegue estaba previsto para el lunes por la mañana, pero se canceló porque una prueba para conseguir que uno de los cuatro motores RS-25 del cohete alcanzara la temperatura adecuada para el lanzamiento no tuvo éxito.
Mike Sarafin, gerente de la misión Artemis 1 en la agencia espacial estadounidense (NASA), dijo en rueda de prensa que el equipo de la NASA «acordó mover nuestra fecha de lanzamiento para el sábado 3 de septiembre». Más tarde, la NASA tuiteó que la ventana de lanzamiento de dos horas del sábado comenzará a las 14H17 locales (18H17 GMT).
El oficial meteorológico para el lanzamiento, Mark Burger, pronosticó un 60% de probabilidades de lluvia o de tormentas eléctricas para el sábado, pero añadió que aún hay una «muy buena oportunidad respecto al clima para el lanzamiento del sábado». La meta de Artemis 1, nombrado así por la hermana gemela de Apollo, probará el cohete de 98 metros con el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) que llevará la cápsula Orion.
La misión no estará tripulada, pero en su lugar habrá maniquíes equipados con sensores que registrarán aceleración, vibración y niveles de radiación. Decenas de miles de personas, incluyendo la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, serán espectadores del lanzamiento, que se produce 50 años después de que los astronautas de Apollo 17 pisaran la Luna por última vez.
El lanzamiento estaba previsto inicialmente para el lunes, pero las operaciones de llenado del cohete naranja y blanco con hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos se retrasaron brevemente por el riesgo de rayos. Asimismo, se detectó una posible fuga durante el llenado de la etapa principal con hidrógeno, causando una pausa. Tras las pruebas, el flujo se reanudó. Ingenieros de la NASA detectaron más tarde el problema de la temperatura del motor y decidieron suspender el lanzamiento.
«El comportamiento del sensor… no se alínea con la física de la situación», explicó John Honeycutt, gerente del programa del Sistema de Lanzamiento Espacial, y agregó que los problemas con los sensores «no eran terriblemente inusuales».