Huancaínos celebran la fiesta de su patrón Santiago

Los pobladores empezaron los festejos en el Valle de Mantaro con el tradicional 'pagapu'

La fiesta de Santiago inició este 24 de julio y culmina la primera semana de agosto. (Foto: Andina/Archivo).

En el calendario de los Andes peruanos, la fiesta de Santiago, es una de las efemérides con mayor importancia en la provincia de Huancayo, capital de Junín. Y es donde el fervor en agradecimiento a la fertilidad de la tierra y animales se vive con mayor intensidad.

Ayer, decenas de huancaínos de los sectores Huari, Huancán, Huayllaspanca (Sapallanga) empezaron la ruta santiaguera danzando al compás de las comparsas, guapidos, silbidos y zapateos que inició en la zona sur.

Tradición ancestral

Se trata de un agradecimiento hacia Santiago apóstol o más conocido por los huancaínos como: ‘Taita Shanti’, pues el apóstol más destacado de Jesús de Nazaret ha sido consagrado como protector de las chacras, comunidad y del ganado. Además, posee una fuerte influencia en el ritual de la herranza andina.

La fiesta empieza la noche del 24 julio donde pobladores de Huancayo y del Valle de Mantaro se preparan con bombardas, música y licor para esperar la medianoche, y celebrar el cumpleaños de los ganados y al apóstol Santiago. En esas fechas no pueden faltar las cintas multicolores en las prendas de los pobladores y en los animales.

Rituales y ofrendas

A la medianoche del 24 de julio, los pobladores realizan el “velacuy”, ritual donde se velan los objetos que utilizarán al día siguiente. En el día central, 25 de julio, se hace el “lucy lucy”, con ramas de ichu prendidos, los cuales se pasan por el cuerpo de los animales para ahuyentar a los malos espíritus. Posterior a ello, se hace el tradicional “mesa mastay”.

Luego realizan el “coca quinto”, en representación a la abundancia de los animales en compañía de los mejores quintos y hojas de coca. Durante la celebración, también se desarrolla el tradicional “señalacuy” o bautizo del ganado, en el cual se colocan cintas en las orejas de las hembras, y las wallas en el cuello de los machos.

Finalmente, se da el ritual con el “Siñal Pacay o pagapu”, donde se rinde homenaje a la Pachamama y se entierra un pequeño mate que contiene hojas de coca, quinua, botellas de aguardientes y otros alimentos.