El mecanismo que provocó el «excepcional» tsunami fue identificado por el equipo internacional de investigadores, este fenómeno que se extendió por casi todo el planeta tras la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, tuvo lugar a principios de este año y alcanzó olas de hasta 15 metros de altura.
Los científicos lograron determinar tras analizar una serie de datos, que el tsunami fue causado por las ondas acústico-gravitacionales desencadenadas por la potente explosión volcánica, que se estima fue 500 veces más poderosa que la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima a finales de la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo influyeron las ondas acústico-gravitacionales?
“Estas ondas se propagaron por la atmósfera, interactuaron con el tsunami sobre la superficie marina, produciendo una retroalimentación energética continua, lo que provocó que se hiciera más grande, viajará mucho más lejos, mucho más rápido y durante mucho más tiempo», comentaron los expertos. Por lo cual se trata de un fenómeno conocido como resonancia no lineal.
Al producirse en aguas poco profundas, la interacción de las ondas lanzadas a la atmósfera con las aguas superficiales provocó que el tsunami viajara entre 1,5 y 2,5 veces más rápido que uno provocado por un volcán, alcanzando velocidades de unos 1.000 km/h al atravesar los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.
«La idea de que los tsunamis podrían ser generados por ondas atmosféricas desencadenadas por erupciones volcánicas no es nueva, pero este evento fue el primero registrado por instrumentación moderna y densa a nivel mundial, lo que nos permite finalmente desentrañar el mecanismo exacto que hay detrás de estos fenómenos inusuales», añadió Ricardo Ramalho, coautor de la investigación, la cual fue publicada este lunes en la revista Nature.