Ollas comunes siguen desamparadas porque no se reglamenta ley.

Mientras esperan la reglamentación y el presupuesto, muchas ollas comunes han cerrado por falta de alimentos. Foto. La República.

Presidenta de las Ollas Comunes del Perú comentó que el avance es “muy lento, demasiado lento”.

A pesar que hace un mes se publicó la ley que reconoce a las ollas comunes y garantiza su sostenibilidad y financiamiento; sin embargo, sin una reglamentación de la norma largamente esperada, el desamparo continúa.

La presidenta de las Ollas Comunes del Perú, Irene Chávez, comentó que el avance es “muy lento, demasiado lento”. Indica que urge que la ley se reglamente de una vez, pues con el alza de precios, la situación las golpea más fuerte.

Chávez sostiene que las mujeres a cargo de las ollas comunes de por sí cuentan con poco dinero, por lo que es difícil que les alcance para comprar los alimentos. Además, las donaciones se han reducido.

Asimismo, se debe tener en cuenta que los índices de anemia son altos en nuestro país. Tal como se mostró en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes), hay 14 regiones que han retrocedido en la lucha contra esta enfermedad. Chávez agrega que Puno tiene a más del 70% de los menores de 6 a 35 meses con esta condición.

En tanto, la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, Fortunata Palomino, agregó que, pese a que se ha publicado la ley, “nada ha cambiado”.

Al respecto, la regidora de Lima, Jessica Huamán, manifiesta que si bien la ley reconoce a las organizaciones sociales de carácter temporal, como lo son las ollas comunes, el no contar con una reglamentación genera que no se ponga en práctica acciones para apoyarlas.

“La ley, si bien es cierto, habla de estimación presupuestal que se puede dar por parte del MEF al funcionamiento de las ollas comunes, también se menciona que en la parte logística se va a generar otro tipo de apoyo público, pero hasta que no haya una reglamentación, por más que haya ley, no está el cómo se puede garantizar eso”, explica la regidora municipal.

Actores de ambos lados

Por otro lado, Huamán señala que se busca que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social no solo tenga en cuenta a especialistas del ente rector, sino también que sume a organizaciones civiles que trabajan a favor de la política alimentaria, porque solo así el reglamento reflejará diferentes realidades.

En ese sentido, Palomino cuenta que la semana pasada han tenido una reunión con los asesores del Midis y están a la expectativa de la convocatoria para el segundo encuentro, que sería la próxima semana. Después de ello, esperan que ya se pueda publicar la reglamentación.

“También queremos ser parte de la reglamentación, aportar con nuestras experiencias”.

Fortunata Palomino precisa que entre los pedidos que tienen está el asignar el dinero directamente a las ollas comunes para la compra de los alimentos, supervisión y vigilancia de este proceso, y capacitaciones y certificación para las dirigentes. “Así, una vez que termine la pandemia y hasta que mejore su situación económica, pueden trabajar en distintos espacios”.

Ollas comunes cierran

Mientras esperan la reglamentación y el presupuesto, muchas ollas comunes han cerrado por falta de alimentos, indica Jessica Huamán.

Sobre esto, Palomino comenta que deben autogestionarse. A través de distintas actividades logran juntar “un capital” para no quedarse sin comer, pero no es suficiente. Hay muchas personas que migran a otras ollas comunes cercanas, añade, por lo que urge asignar el presupuesto.

‘’Y se avecina una situación más crítica por la escasez de productos y aumento de precios que va a haber’’, advierte.

K.E.T