Los comuneros de las localidades de Paquecc y Huancayocc, en la provincia de Huanta, confirman que en 1988 eran obligados a participar en faenas para la construcción del muro perimétrico por militares del cuartel. Acontecimientos que conformarían lo declarado por la testigo Ysabel Rodríguez Chipana en el juicio por el asesinato del periodista de Caretas Hugo Bustíos, el 24 de noviembre de 1988.
Ella afirmó que el exministro del Interior y hoy candidato a la Municipalidad de Lima, Daniel Urresti, participó en el asesinato de Bustíos y la violó en dos ocasiones, precisando que lo conocía para ese entonces como capitán ‘Arturo’, y lo vio en el destacamento del ejército, mientras trabajaba en las obras para la construcción de la muralla.
En ese entonces, Rodríguez Chipana vivía a un lado de la carretera de Erapata en el pueblo de Quinrapa, lugar donde Bustíos fue acribillado y su cuerpo posteriormente destruido con una granada, mientras cubría el asesinato de Primitiva Jorge Silva y su hijo, cometido por Sendero Luminoso.
La testigo, relató a los jueces que aquel día del asesinato, ella se encontraba en su casa tejiendo, cuando de pronto escuchó acercarse un vehículo y se dio cuenta que era el ejército acantonado en la base Castropampa, donde Urresti era jefe de inteligencia y se hacía llamar ‘Arturo’. Detalló que, ‘el capitán Arturo’ y ‘Centurión’ ingresaron a su cocina, y vio cuando Bustíos fue asesinado mientras pasaba en su moto, acompañado de una persona más. «Esas dos personas que estaban en mi cocina, disparó… El señor Hugo dijo: No disparen, somos periodistas. Pero dispararon. A su colega, a su amigo le dijo: Corre, corre Jenny, son militares», relató Rodríguez.
Referente a la violación, detalló que después del crimen de Bustíos, pobladores de diferentes comunidades fueron convocados al Cuartel de Castropampa, donde esperaron por horas. Después de la espera, Centurión y el capitán Arturo los hizo ingresar vendados a una carpa, donde una vez adentro, afirmó que el Capitán Arturo la violó, quien la amenazó tras el hecho para que no dijera nada de lo sucedido.
En el año 2015, mientras se encontraba gestionando el reconocimiento de las rondas de su comunidad, vio al capitán Arturo en el pasaje de Palacio de Gobierno. Fue después de ello, que se enteró que su verdadero nombre era Daniel Urresti y que era ministro.
Cabe recordar que, al culminar la audiencia, la testigo pidió garantías para su vida porque fue amenazada para evitar que declare.
Tras su declaración, la defensa de Urresti ha presentado testigos que indican que la muralla ya se encontraba construida en 1988, con el objetivo de desacreditar dicho testimonio. Antonio Zaga Huamán, exautoridad de la comunidad de Paquecc, precisó que, existía un comando asignado por los militares, coordinaba con los comités de autodefensa para ver los horarios y días que les tocaba participar en la construcción del muro.
» Cuando empiezan a construir el cuartel, apoyamos en faenas. Estábamos a la orden del cuartel para su construcción. Nos obligaron a hacer la muralla. Hacíamos adobes y levantábamos pared por metrajes», detalló. También indicó que se contaba con la participación de alrededor de 40 pobladores en los mencionados trabajos. «Más que nada se ha hecho con adobe, desde la cimentación, hacíamos zanjas. Era obligación. Tal trabajo les toca, tal mensaje, altura, todo eso ordenaban y había que cumplir» agregó a su testimonio.
Asimismo, menciona que pudo observar que comuneros de Maynay y Cangari, entre otras localidades, trabajar en la construcción de la muralla.
De la misma manera, se recopiló el testimonio de Tiburcio Minaya, exautoridad de la comunidad de Huancayocc, donde confirma que pobladores de su localidad también participaron de la construcción del muro en 1988.
Además, detalla que no solo construyeron el cerco perimétrico , sino también paredes en el interior del destacamiento.
«Apoyamos al cuartel en forma de faena, nos obligaban a ir. Íbamos de 10 en 10, a veces de 20 en 20, para trabajar en la muralla y en el local, en los cuartos», precisa. Agrega que, han participado pobladores de diferentes comunidades de Huanta, pertenecientes al área de influencia del cuartel Castropampa, de la parte alta y baja.
«No solo de acá, sino, de otras comunidades que pertenecían a Huanta, íbamos. Había un comando de sector A, B y así. Ellos coordinaban con los militares, y nos obligaban a ir. El que no iba, sanción. Venían de otras comunidades y, si no obedecíamos, nos sacaban, nos maltrataban. De miedo uno asistía obligado a la faena.» enfatizó.
Para aquel entonces, Minaya tenía 19 años, pero de igual manera era obligado a participar en la construcción del muro.
Todo lo mencionado, corroboraría lo señalado por la testigo Rodriguez Chipana.
A.E.C.V.
