«Solo he intentado nadar rápido, pero no creía haber ido tan rápido. No puedo creerlo, para ser sincero, pero estoy muy feliz», con estas palabras, Stubblety demostró que no tenía idea de haber roto el récord, sino que solo se concentro de vencer a sus opiniones.
El campeón olímpico de 200 metros braza logró batir el récord mundial con tan solo 2 minutos, 5 segundos y 95 centésimas. Con este extraordinario resultado, el australiano será cada vez más favorito en las carreras.
Su principal objetivo es llegar a París 2024, y poder revalidar su campeonato, no obstante, esto no quita el hecho de participar en otras competiciones, para mantener en forma el cuerpo.