Una reciente investigación internacional coordinado por la catedrática Lourdes Fañanás de la Facultad de Biología y el Instituto de Biomedicina (IB) de la Universidad de Barcelona (UB), junto con el apoyo de grupos del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) de España, entre otros; concluye luego del análisis de muestras de saliva, en que niñas y niños con antecedentes de maltrato muestran una respuesta idéntica a la de los adolescentes, el cual sugiere una especie de maduración temprana del sistema inmunológico.
Para la ejecución de las hipótesis en la investigación, el equipo estudió el comportamiento de la inmunoglobulina A secretora (s-IgA) frente al estrés psicosocial agudo en niños y adolescentes, luego de haber analizado algunas muestras de saliva con el fin de explorar la variabilidad en función de la etapa de desarrollo y antecedentes en el maltrato infantil. En ella participaron 94 niños y adolescentes de 7 a 17 años, donde 54 de estos tenían diagnóstico psiquiátrico y se empleó la prueba de estrés social de Trier (TSST-C); el cual permite valorar la respuesta biológica frente al estrés agudo de forma controlada. De las mencionadas muestras se analizaron los niveles de cortisol y s-IgA.
De acuerdo a Fañanás, coordinadora y catedrática del equipo CIBERSAM manifestó que “en el marco del trabajo, se ha asociado la secreción s-IgA frente a estrés psicosocial agudo al periodo tras la pubertad. Sin embargo, los niños con antecedentes de maltrato exhibieron una respuesta similar”. Por esto, se verifica que la medición de dicha secreción podría ser un biomarcador factible para explorar la reactividad inmunológica al estrés en poblaciones jóvenes.
Vale aclarar que precisamente este resultado y, en el respaldo de otra de las autoras de esta investigación, Águeda Castro, esta clase de fenómeno estaría muy relacionado con las teorías que defienden que los individuos al estar expuestos a una variedad de situaciones perniciosas, experimentan después el envejecimiento biológico acelerado.
B. R. P.
