La evidencia es indiscutible: si no actuamos ahora para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, no evitaremos las peores consecuencias del cambio climático. La investigación científica muestra que a medida que la Tierra se calienta 2°C, experimentaremos sequías más severas, inundaciones más devastadoras, más incendios forestales y más huracanes.
Como afirmó elsecretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la reciente Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26): «Nuestro frágil planeta pende de un hilo. Seguimos llamando a la puerta de la catástrofe climática. Es hora de entrar en modo de emergencia o nuestra posibilidad de alcanzar las cero emisiones netas será prácticamente nula».
El panorama puede parecer sombrío. Pero la buena noticia es que todavía podemos hacer mucho para cambiar el rumbo. Según Niklas Hagelberg, coordinador de Cambio Climático del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), «La emergencia climática requiere que todos tomen medidas. Debemos llegar a las cero de emisiones netas para el 2050 y todos tienen un papel importante que desempeñar».
Además, añadió: «Nosotros, como individuos, debemos cambiar nuestros hábitos de consumo y presionar a quienes nos representan, nuestros empleadores, nuestros políticos, para que se muevan rápidamente hacia un mundo bajo en carbono».
Por eso, PNUMA desarrolló 10 propuestas para que todos sean parte de la solución de este problema:
1. Corre la voz
Anima a tus familiares, compañeros de trabajo y amigos a reducir sus emisiones de carbono. Únete a movimientos globales como Count Us In, que tiene como objetivo inspirar a 1.000 millones de personas a tomar medidas prácticas y desafiar a sus líderes a actuar con más contundencia en favor de la acción climática. Además, podrías inscribirte en la campaña de la ONU #ActúaAhora para tomar acciones para prevenir el cambio climático y a favor de la sostenibilidad.
2. Mantener la presión política
Aquí, los políticos y las empresas locales deben ser presionados para unirse al esfuerzo y ayudar a reducir las emisiones de carbono. Comience por identificar un problema ambiental que le interese, decida una solicitud de cambio específica y luego trate de programar una reunión con un representante local. Para que la humanidad logre resolver la emergencia climática, los políticos deben ser parte de la solución. Todos tenemos que permanecer unidos y aplicar presión.
3. Transforma tu movilidad
Cuando sea posible, deje su automóvil en casa y camine o ande en bicicleta. Si la distancia es muy grande, utilice el transporte público, preferiblemente eléctrico. Si tiene que conducir, ofrezca el viaje compartido para reducir el tráfico rodado. También puede mantenerse a la vanguardia y comprar un automóvil eléctrico, así como reducir la cantidad de viajes largos.
4. Controla tu consumo de energía
Si puede, cambie a un suministro de energía renovable o neutral en carbono. Instala paneles solares en el techo de tu casa. Más eficiente: Reduzca el calor en uno o dos grados, si es posible. Apaga los electrodomésticos y las luces cuando no los estés usando, y mejor aún, elige los productos más eficientes, ya que esto realmente te ahorrará dinero.
5. Ajusta tu dieta
Tratar de consumir más alimentos vegetales, tu cuerpo y tu planeta te lo agradecerán. Hoy en día, alrededor del 60 % de las tierras agrícolas del mundo se utilizan para la ganadería, y la gente de muchos países consume más alimentos de origen animal que alimentos saludables. Una dieta verde puede ayudar a reducir las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer.
6. Compra lo local y de forma sostenible
Para reducir la huella de carbono de tus alimentos, compra alimentos locales y de temporada. Ayudará a las pequeñas empresas y granjas de la región y reducirá las emisiones de combustibles fósiles asociadas con el transporte y almacenamiento de la cadena de frío. La agricultura sostenible utiliza hasta un 56 % menos de energía, produce un 64 % menos de emisiones y permite niveles más altos de biodiversidad que la agricultura convencional. Puede seguir adelante e intentar cultivar tus propias frutas, verduras y hierbas.
7. No desperdicies alimentos
Según el Índice de desperdicio de alimentos 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las personas en todo el mundo desperdician mil millones de toneladas de alimentos cada año, lo que representa alrededor del 8-10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Evita derrochar comprando solo lo que necesitas. Disfruta de cada porción comestible de los alimentos que compras. Mida el tamaño de las porciones de arroz y otros alimentos básicos antes de cocinarlos y almacene los alimentos adecuadamente (utilice el congelador si está disponible).
8. Vístete de manera inteligente
También la industria de la moda representa entre el 8 y el 10 % de las emisiones mundiales de carbono, más que todos los viajes aéreos y de transporte marítimo combinados. Aunque la moda rápida ha implementado la idea de «usar y desechar», la ropa termina rápidamente en los vertederos. Pero puedes evitarlo comprando menos ropa nueva, usando la que llevas mucho tiempo. Recicle y repare la ropa si es necesario.
9. Planta árboles
Cada año se destruyen alrededor de 12 millones de hectáreas de bosque, y esta deforestación, junto con la agricultura y otros cambios en el uso de la tierra, es responsable de aproximadamente el 25 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Todos podemos ayudar a revertir esta tendencia plantando árboles, de forma individual o colectiva. Por ejemplo, la iniciativa Plant-for-the-Planet permite que cualquier persona financie la plantación de árboles en todo el mundo.
10. Enfócate en inversiones respetuosas con el planeta
Las personas también pueden impulsar el cambio a través de sus ahorros e inversiones eligiendo instituciones financieras que no inviertan en industrias contaminantes de carbono. Esto envía una señal clara al mercado y muchas instituciones financieras ofrecen inversiones más éticas, que permiten que los fondos se utilicen para respaldar fines legítimos. Puedes preguntar en tu entidad financiera sobre sus políticas de banca responsable.
