El 3 de mayo es el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un día para que todos los hombres de prensa celebren, pero también una fecha para reflexionar sobre todas las amenazas y violaciones a este derecho universal.
La Asamblea General de Naciones Unidas, a propuesta de la Conferencia General de la Unesco, instituyó ese día hace 29 años. Es una jornada para reforzar lo importante de este derecho básico en toda democracia y recordar a los periodistas que han muerto cumpliendo su misión. Es conocido que es una de las profesiones más peligrosas del mundo.
La sociedad tiene que comprender los objetivos y fines de la prensa. Cuando somos bautizados, recibimos tres unciones: profeta, sacerdote y rey. Hay una gran similitud entre el profeta y el periodista. El profeta tiene dos funciones: anuncia y denuncia. Anuncia la Buena Nueva y denuncia las cosas que están fuera del orden moral. En ese sentido, el periodismo también cumple una doble función de los que profesamos esta carrera de gran responsabilidad para con la ciudadanía, anunciar y denunciar.
“La verdad os hará libres”, dice Jesús. Esto lo deben comprender también los gobiernos y no resentirse por las denuncias de corrupción, que ayudan a que la democracia sea sana, siempre y cuando ayuden a su combate las fuerzas del orden, el Poder Judicial y el propio gobierno.
¿Hay malos ejemplos de periodismo? Sí. Si no confrontan la fuente, si rompen el off the record, si no se da la oportunidad de defenderse al acusado, si se desinforma, si se avasallan al poder político o económico, etc.
Bueno es recordar, asimismo, el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
El periodismo debe promover los valores que puedan construir un mundo de paz, solidaridad, generosidad y más humano.