Según un estudio científico, el cambio climático puede afectar el tamaño de los insectos, por lo que parece que las abejas más pequeñas que los abejorros están mejor preparadas para lidiar con el aumento de las temperaturas. Es así que un equipo de científicos en Estados Unidos logró capturar y estudiar a más de 20.000 insectos de la familia de las abejas, en un periodo de ocho años en las Montañas Rocosas y así estudiar cómo reaccionaban al cambio climático.
Según los autores del estudio, publicado este miércoles en la revista Proceedings of the Royal Society B, la región montañosa donde se capturan los insectos es «particularmente vulnerable al cambio climático», las temperaturas primaverales son más suaves y los deshielos más rápidos.
Los científicos han descubierto que las abejas que construyen paneles, y las abejas más grandes, tienen más dificultades que las abejas más pequeñas, que anidan en el suelo.
“Nuestras investigaciones sugieren que los cambios que provoca el clima en materia de temperatura, de acumulación de nieve y de precipitaciones estivales podrían remodelar radicalmente las comunidades de abejas”, afirman los autores.
Esto coincide con otros estudios que han demostrado que los abejorros, que son excelentes polinizadores, toleran menos el calor que las abejas y, por lo tanto, prefieren climas más fríos en regiones más altas. Si el cambio climático tiene consecuencias que los científicos temen, «tendrá un efecto cascada en la polinización y el funcionamiento de los ecosistemas».
Además, si desaparecen los insectos más grandes, como las avispas, que pueden volar más lejos, la polinización disminuirá. El estudio se centró en la situación de las regiones montañosas de Estados Unidos, pero sus hallazgos podrían aplicarse a otras regiones, según los investigadores. Las perspectivas en las zonas tropicales son más inciertas: con el cambio climático aumentarán las lluvias intensas y el efecto sobre las abejas aún no está claro.
Según un estudio de la ONU, los insectos son los principales polinizadores en el mundo: de los 115 principales cultivos en el mundo, el 75% dependen de la polinización animal, entre ellos el cacao, el café, las almendras o las cerezas.
Asimismo, en un informe que se publicó en el 2019, los científicos concluyeron que aproximadamente la mitad de los insectos en todo el mundo están amenazados y podrían desaparecer de aquí a finales del siglo.