Si bien la criopersevación se comenzó usando en óvulos y semens de animales, desde mediados de los años 80, este método es usado para la creación de criobancos botánicos aunque no ha logrando expandirse a nivel mundial. Actualmente, el más grande de América Latina es el Centro Internacional de Papa se encuentra (CIP) en América Latina.
El CIP, el cual cuenta con una sede en Lima, se pronunció y envió una esperanza a Fiyi, desde donde enviaron un pedido de auxilio tras ser víctimas de un tifón en el 2016. A modo de respuesta, decenas de pequeñas plantitas fueron enviadas en tubos de ensayo, los cuales permitieron que el archipiélago del Pacífico pueda rehacer la producción de un cultivo primordial.
El Banco de Semillas del Milenio del Jardín Botánico Kew Gardens, ubicado en Londres, y la cámara subterránea en el Ártico de Noruega, en Svalbard, son bancos de semillas que cumplen realmente su propósito ya que trabajan desde muchos años atrás para salvaguardar especies de plantas en caso de una catástrofe global.
Sin embargo, hay muchas plantas que son esenciales para la humanidad que no pueden ser conservadas en estos bancos de semillas a pesar que son primordiales para la supervivencia de ecosistemas. Cultivos importantes como la papa, el camote, el café, el cacao, cítricos entre otros.
