Este 15 de abril se celebra el Viernes Santo uno de los días más importantes de las festividades religiosas. En el marco de la Semana Santa, se conmemora la vida, pasión, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. También se busca llevar un mensaje de fe y esperanza ante la difícil situación que en estos momentos miles de peruanos vienen pasando debido a la pandemia y los conflictos sociales que se originan en el país, sostuvo el monseñor Guillermo Elías, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Lima.
“Debemos centrar nuestra mirada en el misterio de la vida de Cristo porque, a partir de él, vamos a entender todo lo que acontece en nuestras vidas. La Semana Santa no solo quiere recordar el pasado sino también celebrar y actualizar el mensaje de Jesús en nuestras comunidades y pueblos de todo el país”, recalcó el monseñor.
También el monseñor Elías resaltó que la Semana Santa no solo son celebraciones, procesiones y bendición de ramos sino un momento clave de reflexión de los creyentes y no creyentes, sobre todo de los que dirigen los destinos de nuestro país debido a que ellos tienen la gran responsabilidad de trabajar por los más pobres y necesitados.
Asimismo, el representante de católico señaló que todas las personas que ocupan cargos importantes o representativos en la sociedad deben ser conscientes de trabajar responsablemente por su país donde tendría que prevalecer el espíritu de servicio a la comunidad y entender que todo puesto que se tenga es transitorio o pasajero.
“Los que tenemos la capacidad de servir como un mandatario, ministro, congresista, profesor, policía, sacerdote u obispo tenemos que ser conscientes que es un servicio transitorio, pero de gran responsabilidad social o política. En mi caso, como obispo Dios me pide una mayor disponibilidad cada día apelando a la coherencia, consistencia y transparencia en mi servicio”, puntualizó.
Finalmente, el monseñor Elías, en estos días de Semana Santa, recordó que la Iglesia Católica hace un llamado a la reflexión para que todos los peruanos puedan unirse fraternalmente y centrar nuestra fe en Cristo que es camino de luz y salvación para las personas especialmente de los que sufren el abandono e indiferencia.
