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Ricardo Sánchez Serra*
La rusofobia de Estados Unidos y de algunos países europeos es ya enfermiza y paranoica, debido a que quieren borrar a Rusia del mapa, de la historia, es decir no existió y contar a los nietos que hubo un pueblo malo, que fue eliminado por los buenos: por el Capitán América, Superman, Asterix y Óbelix.
La distorsión de los episodios históricos no viene desde ahora, pues es conocido que los vencedores cuentan la historia a las futuras generaciones, a su manera, creando grandes héroes, mientras que los vencidos eran cobardes, crueles. Creando personajes y pueblos buenos y malos.
Historia antirrusa
Siempre me preguntaba por qué los europeos no aceptaban a los rusos, que también eran europeos. Una de las razones es porque los rusos profesaban la religión ortodoxa, es decir, eran herejes, mientras los europeos eran católicos, pegados a la fe. Y se producían las guerras de religión.
Los escritores europeos medievales aseguraban que los rusos eran bárbaros, borrachos porque tomaban mucho vodka, violadores, eran hoscos y vivían en cavernas. Esto fue transmitido de generación en generación y creó un prejuicio que dura hasta nuestros días. Está claro también que el expansionismo comunista soviético contribuyó más a la deformación del ruso.
El gran Henry Kissinger decía que Occidente no conoce a Rusia, ni este el pensamiento occidental.
¿Alguien se acuerda quién venció a Napoleón y salvó a Europa? ¡Rusia! Y ¿A los nazis? ¿Solo EE. UU. y sus aliados? La propaganda es tan intensa, que se olvida que le costó 27 millones de muertos vencer la URSS a los nazis y salvar a Europa nuevamente y tal vez al mundo.
Rusia ha estado por desaparecer varias veces de su historia, debido al imperio sueco de Carlos XII, por los imperios polaco-lituano, otomano, mongol, entre otros. Moscú tuvo grandes zares y generales conductores de la guerra y un pueblo bravío que los derrotó.
Entonces, para entender a los rusos hay que saber que el chip de la seguridad lo tienen en la sangre. Tienen a una Europa que nos los quiere y por el otro lado, flanqueado por Alaska (EE. UU.) y Japón; por el norte un adverso océano Ártico, por el sur una enigmática China (el Imperio ruso creció en base a su territorio y no creo que olviden la pérdida de Vladivostok).
Los rusos no pueden pestañear, no pueden confiarse. Tienen que dormir con un ojo abierto.
Histeria antirrusa
Por eso cuando se esfuma la URSS, las potencias occidentales les prometen a los rusos que la Alianza Atlántica no avanzará un centímetro a hacia el este. Y no cumplieron y se acercó alarmantemente hacia sus fronteras, encendiendo las alarmas rusas.
Lo demás es conocido. Maniobras militares rusas en su territorio. Propaganda belicosa occidental contra Rusia, aún en medio de conversaciones de paz entre Putin-Biden, Lavrov-Blinken, Rusia-OTAN, Rusia-OSCE. Putin ya había fijado su posición de que Ucrania no ingrese a la OTAN y sea un país neutral -como lo es Austria, Suiza, Finlandia y Suecia- y EE. UU. y la OTAN no le otorgan las seguridades por escrito.
¿Ucrania es la madre Teresa?
El presidente francés Emmanuel Macron visita Moscú y luego el canciller alemán Olaf Scholz. Putin anuncia que las maniobras militares rusas estaban finalizando. Entonces ¿Qué hace Ucrania (que no cumplió nunca los Acuerdos de Minsk y causó 14 mil muertos en Donetz y Lugansk) en el interín? Inicia un feroz bombardeo a Donbás, produciendo muertes y heridos y 60 mil refugiados huyen a Rusia. Es aquí el motivo por el cual interviene Rusia.
Hoy todos condenan a Rusia, sin importar los motivos. Acusa injustamente a Rusia de todo. Nadie quiere escuchar, ni entender. Me doy cuenta que la virulenta propaganda occidental ha lavado cerebros.
Tampoco quieren parar el conflicto, siguen enviando toneladas de armas a Ucrania. Nada de esto ayuda a la paz.
Zelenski está chantajeado
Estoy convencido que su presidente, Volodímir Zelenski, quiere seguir jugando a la guerrita a costa de la destrucción de su país y de su pueblo.
Estoy convencido que Zelenski es un rehén de los batallones nacionalistas pronazis (Azov, Aidar, Donbás), que lo han amenazado de muerte si se rinde, y que son los grandes causantes de las violaciones a los derechos humanos por sus crímenes de guerra y atentados contra la población civil en Mariúpol y Bucha, entre otros poblados.
Y, estoy convencido también, que el presidente Joe Biden está presionando a Zelenski a que no se rinda, para que el norteamericano se vea como un triunfador ante la cercanía de las elecciones congresales y el futuro de su Partido Demócrata.
Se habla también de la “heroica resistencia ucraniana que hace retirar a los rusos”. Cómo se la creen los ingenuos. Si Rusia quisiera, acaba la guerra en horas, pero el costo civil sería muy alto.
Rusofobia
Hay que serenarse para reflexionar por todo lo que sucede. Ninguna guerra es buena. La paz es lo más grande para la humanidad.
Por otra parte, esa paranoia de la rusofobia y la brutal propaganda, están desequilibrando el saber, la cultura y convirtiendo al hombre en un ser salvaje.
Quitar la cátedra del gran escritor ruso Tolstoi en la Universidad de París o la de Dostoievski en Milán; cambiar de nombre al evento espacial más grande como la “Yuri´s Night” (en recuerdo de Yuri Gagarin), despedir a los directores de la orquesta de París, Múnich y de Milán, o de una soprano de la Metropolitan Opera House de Nueva York y de otros artistas, por ser rusos
Incitación al odio a todo lo ruso
Asimismo, prohibir las informaciones rusas de Russia Today y Sputnik, en varios países configurando una violación a la libertad de información -y que los fake news se multipliquen sin oportunidad de aclaración-, confiscar las propiedades y cuentas bancarias de los magnates rusos en algunos países de Europa; o hasta no vender perfumes o trajes marca Coco Chanel a rusas.
Igualmente, prohibir el vodka ruso, que los gatitos rusos no participen en torneos o tengan pedigree, boicot a los clubes y a los deportistas rusos, hacer bullying a niños rusos en las escuelas, expulsión o anulación de sus becas de estudiantes rusos de las universidades, hostilización y despidos en las empresas a los trabajadores rusos, agresiones a mujeres simplemente por hablar ruso, cancelaciones de las actuaciones del prestigioso ballet Bolshói, cierre de museos y centros culturales rusos, cancelación de las cooperaciones científicas con entes rusos.
Todo ello me da mucha tristeza y rabia. La humanidad ha ingresado a un nuevo orden mundial, basado en la barbarie y lo peor es que no se reacciona, nos siguen llevando como animales al matadero.
Rusia será siempre parte de la historia de la humanidad.
*Analista en temas internacionales
