En una entrevista a un medio local, el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Luis Salas Arenas, mencionó el por qué la teoría del fraude, quien fue promovida por la excandidata a la presidencia, Keiko Fujimori Higuchi y sus allegados, se ha ido desmoronando.
Asimismo, alegó que durante toda la etapa electoral huno acoso a diversas autoridades de parte de los grupos que no estaban reconociendo los resultados.
Del mismo modo, le preguntaron que opinaba sobre el archivamiento de las denuncias de un supuesto fraude en las elecciones sosteniendo que ellos siempre han rechazado las versiones de fraude porque tenían seguridad de los actos ejecutados por el sistema electoral.
“El órgano constitucionalmente especializado la Fiscalía en la determinación de la existencia de causa probable para promover en su momento acción penal por falsificación de firmas y suplantación de personas se está pronunciando sobre bases sólidas, como corresponde en un Estado que se reclama constitucional y por tanto democrático y de derecho. Nosotros siempre hemos rechazado las versiones de fraude, porque teníamos la seguridad de los actos ejecutados por nuestro sistema electoral”, dijo el funcionario público.
Por otro lado, le consultaron cuál es su opinión al respecto sobre las personas que promovieron estas teorías de fraude. “No queda sino deducir que los cuestionamientos estuvieron dirigidos a detener, por varios medios, el proceso o postergar la expedición de los resultados para finalmente evitar que se efectuara la proclamación que la mayoría de la ciudadanía definió con su voto”.
Finalmente, dijo que todo el proceso electoral fue un proceso muy cargado, con varios obstáculos. Significaron una enorme dificultad afrontar con amenazas y ofensas.
“Fue un proceso cargado de obstáculos diversos, por ejemplo, la situación de pandemia, aparejado además por denuncias, acciones judiciales, actos de acoso para amedrentar y la pretensión era incidir en los resultados. Nuestro compromiso y finalidad es más bien asegurar la expresión auténtica, libre y espontánea de todos los ciudadanos. Ceder ante cualquier presión o amenaza hubiera sido quebrar nuestro compromiso. Y sin duda, ha significado una enorme dificultad afrontar las amenazas y ofensas”, adjudicó.