Rusia quiere estrechar los lazos de amistad con América Latina

Entrevista ofrecida por el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, a la cadena RT
.

Por ser de suma importancia reproducimos el diálogo del canciller ruso, que se realizó a fines de diciembre de 2021

Pregunta: Durante el pasado año, América Latina fue escenario de importantes acontecimientos. Por ejemplo, hace poco se celebraron los comicios en Chile en las que triunfó el representante de la izquierda, Gabriel Boric. En Honduras también triunfaron las fuerzas de izquierda. En Nicaragua y Venezuela los representantes de las fuerzas de izquierda se mantuvieron en el poder. Al propio tiempo, EE. UU. sigue considerando América Latina zona de sus intereses. ¿Cree Usted que el cambio de rumbo político en varios países latinoamericanos evidencia que este subcontinente pasa a ser más independiente en el plano político o, como sostiene EEUU, seguirá siendo su zona de intereses, su patio trasero que deberá acatar las reglas establecidas por Washington en el espíritu de la reciente cumbre por la democracia?

Respuesta: En los últimos 50 o 60 años, en el mapa político América Latina se registraron oscilaciones ora a la derecha ora a la izquierda. Ahora se asiste a una nueva oleada de arribo al poder de las fuerzas sanas, dispuestas a defender los intereses nacionales. Creo que refleja la tendencia general que caracteriza un serio fracaso del proyecto neoliberal. Quiero enfatizar lo siguiente: en las relaciones con América Latina la Federación de Rusia jamás había actuado en función del perfil del gobierno que estaba en el poder. Queremos fomentar la amistad y una cooperación mutuamente beneficiosa con los países y pueblos y no con uno u otro gobierno en función de sus preferencias políticas. A diferencia de EEUU, no consideramos América Latina como un campo para los juegos geopolíticos. La actual Administración de EE. UU. ya no repite las declaraciones del exasesor de Donald Trump para seguridad nacional, John Bolton, de que la Doctrina Monroe pero en los hechos prácticos este rumbo, esta mentalidad se dejan sentir igual que antes, incluyendo en la política concreta promovida por EE. UU.

Cooperamos con todos los países y organizaciones subregionales sin excepción en América Latina y el Caribe. Tan sólo este año último, mantuve contactos con mis colegas de México, Venezuela, Bolivia, Brasil, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Cuba y Belice. En los márgenes de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, me reunía con representantes del Sistema de Integración Centroamericano. En los márgenes del G20 sostuve un encuentro con mi colega de la Argentina. Siempre recalcamos nuestro interés en una cooperación despolitizada al promover las relaciones bilaterales.

EE. UU. ha comprendido que debe dialogar

Por lo que se refiere a las organizaciones y entidades multilaterales, iremos defendiendo, igual como la mayoría de los países latinoamericanos, los valores, normas, objetivos y principios de la Carta de la ONU. El año pasado, a iniciativa de Venezuela, se instituyó el Grupo de Amigos en apoyo a la Carta de la ONU que rápidamente reunió más de 20 partidarios. Estoy seguro de que los países, incluidos los latinoamericanos, se adherirán a este mecanismo que en cierta medida responde a los intentos de EE. UU. y sus aliados más allegados de “esquivar” el Derecho Internacional y con cada vez mayor frecuencia tomar por referente en sus declaraciones, argumentos y política un “orden mundial basado en reglas” por ellos mismos inventado. Las “Reglas” se elaboran en un ambiente cónclave cerrado en que nadie expone puntos de vista alternativos ni sostiene debates. Correspondientemente, allí no puede nacer la verdad.

Al propio tiempo, veo que la actual Administración de EE. UU. empieza a evaluar un poco más pragmáticamente lo que acontece. Empieza a barajar acciones distintas con respecto a Venezuela. Empieza a comprender que al fin y al cabo tendrá que dialogar con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro quien revalidó su mandato después de los comicios. Algo parecido se observa en relación con Bolivia donde se restableció la auténtica democracia tras una actuación bien dudosa de los gobernantes anteriores, etc. Espero que Washington asuma las realidades de un país como Nicaragua. Nos pronunciamos porque las potencias situadas fuera de América Latina y el Caribe contribuyan enérgicamente a la creación de la identidad latinoamericana y caribeña como un importante polo del ordenamiento policéntrico en proceso de formación. Valoramos nuestras relaciones con organismos regionales y subregionales de esta zona, sobre todo con la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) con la que tenemos diseñado el mecanismo de consultas políticas. En medio de la pandemia ha habido un pequeño paréntesis. En la etapa actual, México ejerce la presidencia rotatoria en la CELAC y quiere reanudar estas consultas. Apoyaremos activamente este propósito de México. Entre las áreas de cooperación figuran las altas tecnologías, la energía, el agro, las exploraciones espaciales, la energía atómica, la medicina y la sanidad. Varios países latinoamericanos, concretamente México, Brasil, Argentina y Nicaragua, ya recibieron la tecnología de producción de nuestras vacunas. Aprenden a aplicarla y montan la producción. Creo que los correspondientes contactos darán impulso a una cooperación más amplia en los ámbitos de la farmacéutica, la sanidad y la medicina.