Mario Cassaretto: “Pasé un vía crucis, sobreviví y me indigno cuando no quieren vacunarse”

Mario Cassaretto, enfrentó “la emergencia” más oscura de su vida: el covid-19. Foto: Captura TV.

En entrevista a la agencia Andina, Mario Cassaretto La Torre cuenta lo que vivio el año pasado cuando enfrentó “la emergencia” más oscura de su vida: el covid-19. Considera que su terrible historia puede convencer a mentes aún incrédulas frente a la vacunación, como su propio hermano.

“Siempre pensé que nunca me iba a contagiar de este virus y hacía mis actividades con normalidad. Habíamos pasado el 2020 trabajando y, al parecer, me contagié en algunas de las intervenciones en las que hemos llevado a los pacientes graves de covid-19”, relata el valiente bombero peruano.

Aún queda grabado en su mente, recuerdos cuando la población llamaba a la central de los bomberos reportando un “herido por caída”, pero cuando llegaban a la casa encontraban a “un paciente asfixiándose” y, por humanidad, tratábamos de darle solución. 

“A pesar de haberme cuidado al extremo, a partir de enero empiezo a sentir un malestar que comienza en la garganta. Me ardía. Pensaba que tomando pastillas de multibióticos me iba a pasar, pero nada”. 

Cassaretto, siguió con lo suyo y una mañana participó en el control de un incendio, luego fue a un rescate de tres obreros y una exposición sobre la importancia de la mochila de emergencia. Lo que en otro momento era parte de la rutina, esta vez lo dejó exhausto. 

“Un cansancio que no era habitual me mandó a la casa. Llamé a mi hijo mayor, quien llegó con oxígeno. Al día siguiente me fui a la clínica Ricardo Palma. Nos atendió un médico joven y dijo que tenía que entubarme y yo dije está loco. Nos fuimos luego a la clínica Mesón de Santé, donde una placa reveló que tenía comprometido el 70% de un pulmón. Me dieron la misma recomendación de entubarme. No lo aceptaba y me salí por la puerta falsa a mi casa”.

Villa Mongrut, de EsSalud

Allí empecé la etapa más difícil de mi vida, de ver personas que se morían a mi derecha, a la izquierda, al frente. Veía cómo los embolsaban así de rápido. Dije, Dios mío, ¿dónde estoy? En eso apareció una enfermera que me dijo que me iba a sacar de allí y me llevó a un lugar donde había solo 20 camas, ya no 100, y de allí ya no recuerdo nada más”.

El 5 de febrero, internan al valeroso bombero y lo sedaron porque se resistía a ser entubado. Luego de 44 largos días conectado a un ventilador mecánico, despertó y ya no era el mismo. Tuvieron que pasar un mes entero sin recuerdos, en el que lo durmieron para atenderlo y darle a su cuerpo las fuerzas suficientes para enfrentar la misma infección que mató a 200 mil compatriotas a lo largo de la pandemia.  

Tras superar el Covid 19, nuestro valeroso bombero tuvo que dar dura batalla a las secuelas que le dejó esta terrible enfermedad, comenzando por las escaras en su espalda, producto de largo tiempo inmovilizado, en el que perdió 32 kilos.

“Ha sido una tragedia personal con muchas complicaciones familiares. No ves a tus hijos, extrañas a tu familia. Contagié a mi esposa, quien estuvo en la clínica alrededor de 10 días, y todo porque me resistía, al igual que mis 62 compañeros del cuerpo de bomberos fallecidos, y casi 2000 complicados con covid-19 en todo el país”, reitero Cassaretto.

Al final de la nota, el valeroso bombero está convencido de que, si aún no ha partido a la otra vida, es porque aún tiene muchas cosas por hacer, entre ellas ser portavoz y aliado de la lucha contra el covid-19 a través de las vacunas, con el único objetivo de evitar más dolores y pérdidas por la pandemia.