“En ese entorno de aumento, las medidas de política monetaria implantadas durante 2020 resultarán redundantes, un aspecto evidenciado por los niveles de inflación relativamente altos experimentados en 2021, y muchos países iniciarán un largo proceso de elevación de tasas de interés”, afirmó.
Martínez dio a entender que bajo esta mirada, el interés debería ser uno en el que los activos reales (acciones, bienes raíces, infraestructura, capital de riesgo) rindan mejor y los activos monetarios (renta fija y caja) se desempeñen peor.
Adicionó que si la recuperación de la pandemia sigue desigual, entre países desarrollados y emergentes en el 2022, el crecimiento debería concentrarse en los mercados de mayor potencia, en particular en Estados Unidos.
Para Rodrigo Morales, Chief Investment Officer de BBVA Asset Management, todas las inversiones deen tener lugar en el contexto de una cartera gloal diversificada.
“Concentrar apuestas específicas y aisladas deja vulnerable al inversionista ante eventos no esperados. Como nos recordó la experiencia de la pandemia, la mejor estrategia de inversión es enfocarse en el largo plazo, la diversificación y no tratar de acertar correcciones de mercado”, mencionó.
En esa línea, el experto precisó que los activos de preferencia con miras al próximo año son los siguientes: Renta Variable Desarrollada, Renta Fija Emergente y Materias Primas.