Un estudio realizado por el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos indicó que el riesgo de muerte fetal es mucho más propenso cuando la madre tiene COVID-19. El análisis realizado a más de 1,2 millones de partos en marzo de 2020 y setiembre del 2021 dio a conocer este lamentable problema.
Este problema causado por el COVID-19 ha venido creciendo a causa de la variante Delta, una de las más peligrosas y agresivas. Ante el dominio de esta nueva cepa, los casos de fallecimientos de fetos durante las últimas 20 semanas de embarazo de una madre con COVID-fueron 1,90 veces. Por lo general, las madres sin este virus que sufren esta perdida son el 0,65%, unos 8,154 en total. Ante estos datos, se puede visualizar el 1,26% de los mortinatos fueron a causa del Coronavirus.
Ante la llegada de esta variante, en julio del 2021, los embarazos de las mujeres que estaban infectadas con esta enfermedad se volvieron riesgosos. El porcentaje iba subiendo cada vez más, y la variante Delta llegaba a dominar. Los riesgos para las madres infectadas podría ser la disminución del flujo sanguíneo a la placenta y la inflamación. Los investigadores de este estudio indicaron que el alza de riesgo ante esta situación podrían ser la lesión cardíaca, lesión pulmonar potencialmente mortal, flujo sanguíneo deficiente que resulta en shock, separación de la placenta del útero, entre otros.
Anteriormente ya se habían realizado diferentes investigaciones, pero no habían tenido los resultados que se requería para seguir desarrollando este estudio, que puede ser muy importante para que las mujeres embarazadas sepan el riesgo que puede causar el contagiarse de COVID-19.
“El análisis actual incluye un año adicional de datos, lo que se suma a la creciente evidencia de que el COVID-19 está asociado con un mayor riesgo de muerte fetal”, dijeron. Finalmente, explicaron por qué era más claro ahora.
