«Probablemente, al final de este invierno, prácticamente todos en Alemania, como se ha dicho ya de manera cínica, estarán vacunados, sanados o muertos», comentó el ministro en una rueda de prensa para abordar la campaña de refuerzo con las vacunas basadas en la tecnología mRNA. Asimismo, señaló que con la variante Delta esto es «muy, muy probable» y «por eso insistimos tanto en recomendar la vacuna».
En Alemania se conoce como regla de las 3G el principio de geimpft, genesen o getestet (vacunado, sanado o sometido a test, con resultado negativo) que se aplica para el acceso a determinados eventos o locales cerrados y se pretende introducir en breve en el transporte público por el creciente número de contagiados y hospitalizados.
Por otro lado, el jefe del grupo de investigación de inmunología infecciosa y vacunas de la clínica universitaria berlinesa de la Charité, Leif Erik Sander, subrayó que «la inmunidad a través de la infección no es realmente una alternativa a discutir». Para Sander, llevaría a una saturación del sistema sanitario, a una quinta, sexta y séptima ola, algo que nadie puede querer realmente, agregó.
En tanto, Spahn reiteró su escepticismo ante la posibilidad de una obligatoriedad de la vacuna, un debate que se ha abierto en Alemania por tener una de las tasas de vacunación más bajas de Europa, con apenas el 70,5 % de la población vacunada, el 68,0 %, con la pauta completa.
L.R.N.