Se trata de un conjunto de productos diferentes, en donde dos de ellos han sido lanzados públicamente esta semana durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) para el Día de las Ciudades, Regiones y Medio Ambiente Construido: la Huella del Asentamiento Mundial 2019 (WSF: 2019, por sus siglas en inglés) y la Evolución de la huella del Asentamiento Mundial (WSF Evolution). Asimismo, el WSF 2019, el cual, proporciona información sobre los asentamientos humanos mundiales a detalle y con precisión sin precedentes, ha presentado datos de las misiones Copernicus Sentinel – 1 y Sentinel – 2, sin embargo, el WSF Evolution se ha generado mediante el proceso de 7 millones de imágenes del satélite Landsat de los EE. UU, conseguidas entre 1985 y 2015 respectivamente, la cual muestra el crecimiento mundial por año.
Mattia Marconcini, quien dirige la Huella del Asentamiento Mundial para la DLR, explica que “saber dónde viven los seres humanos es considerado fácil, con servicios web fácilmente accesibles, los cuales muestran contornos detallados en sus plataformas. Si empezamos a centrarnos en los países de rentas medias o bajas, en particular en zonas rurales o suburbanas, inmediatamente vemos claramente que hay una falta de información acerca de la extensión global de los asentamientos humanos en gran parte del mundo”.
Por otro lado, Sameh Wahba, director de Prácticas Urbanas, Riesgo de Desastres, Resiliencia y Gestión del Territorio del Banco Mundial, agregó que “la ciencia de los datos se usa mucho para entender y analizar tendencias actuales de desarrollo, los principales retos y los escenarios futuros de urbanización en todas las regiones. Nuestra asociación con la ESA, la DLR y otras organizaciones en estos últimos años nos permite ampliar las fronteras de nuestro conocimiento y tomar decisiones basadas en datos.”
L.P.C.C.
