A partir de este fin de semana Bélgica endurecerá las medidas para frenar la cuarta ola por el COVID-19 con la vuelta al teletrabajo obligatorio cuatro días a la semana durante las tres próximas semanas e imponiendo el uso generalizado de las mascarillas.
Luego de una reunión para el control de la pandemia, los gobiernos federales y regionales acordaron implementar dichas medidas “la situación es muy preocupante, se ha superado el umbral de las 500 camas en la UCI ocupadas (por pacientes COVID-19)”, señaló el primer ministro, el liberal flamenco Alexander de Croo. “si no fuera por la población vacunada, estaríamos hoy confinados” enfatizó.
Con el objetivo de reducir los encuentros y las congestiones en los medios de transportes, las autoridades han querido insistir en la urgencia de respetar las medidas e insistido en que la estrategia ha sido revisada con el compromiso de no cerrar por ahora ningún sector.
Con respecto al uso de la mascarilla, que ya no era obligatoria en espacios al aire libre ni en locales a los que se accedía con el Certificado COVID, como bares o restaurantes, la decisión es la de exigir de nuevo su uso en estos lugares y también en espacios abiertos en caso de concentración elevada de público.
Asimismo, los responsables políticos acordaron imponer la mascarilla también a los niños a partir de los nueve años en las escuelas, pero finalmente la norma general prevé su uso en las clases de secundaria y a partir de los diez años solo en interiores públicos como tiendas o transporte, pero no en las escuelas.
Sin embargo, la región de Flandes ha precisado que sí impondrá la mascarilla para los alumnos a partir de los diez años “vivimos una explosión de contagios”, ha alertado el ministro de Salud, Frank Vandenbroucke, quien ha apuntado que esta semana se ha llegado a los 19.300 positivos al día y que el lunes fallecieron un total de 45 pacientes, frente a los 27 del lunes anterior.
El Gobierno federal ha incidido en la importancia de ventilar los espacios cerrados; por ello, las autoridades han acordado que se instalen medidores de concentración de CO2 en todas las escuelas y empresas, al tiempo que llaman a ventilar con frecuencia las salas en donde se reúnan personas.
L.R.N.
