Malikah Diane Bennett, de 31 años, es acusada de acabar con la vida de la pequeña Mejelic “Jellie”. Según el portal Clarín, la niña se golpeó la cabeza después de caer al suelo porque no pudo soportar estar parada y las heridas causaron su muerte.
Luego de lo ocurrido, las autoridades lograron encontrar la tumba poco profunda excavada en el jardín de la vivienda en la que ambas convivían, evidentemente la mujer tenía planeado desaparecer el cuerpo de su hija.
Malikah tenía previsto comparecer ante el tribunal en octubre en relación con su cargo de asesinato en primer grado. Según los funcionarios de la corte, la audiencia se aplazó hasta el 9 de diciembre próximo.
Bennett también está acusada de abuso infantil y de ocultar la muerte de su hija que fue vista por última vez al cuidado de su madre en su casa de Charlotte en septiembre de 2020. En tanto, la autopsia de la niña reveló que la pequeña estaba desnutrida, había sufrido abusos y tenía acetona y etanol en su organismo.
Además, el informe de la autopsia revelado en el mes de octubre evidencia que, “el análisis toxicológico de la muestra de fluido sanguinolento obtenida en la autopsia de la cavidad pleural fue positivo para la presencia de acetona y mostró un contenido de etanol de 80 mg/dL. La presencia de acetona y etanol se debe probablemente a la descomposición».
Las nuevas revelaciones confirman que la niña fue sometida a torturas continuas. En entrevistas con la policía, la hermana de la niña fallecida dijo que la respiración de “Jellie” era dificultosa, el tercer día se debilitó tanto que se cayó y se golpeó la cabeza contra el suelo, ese mismo día murió.
La joven declaró ante la policía que Malikah Diane Bennett, su madre, puso el cadáver de Mejelic en bolsas de plástico y lo escondió en el baúl de su vehículo durante cinco días para después ser obligada a cavar un agujero y enterrar el cuerpo.
L.R.N.