Rusia marcó este sábado 23 de octubre un nuevo récord histórico de mortalidad y contagios por el covid-19, una alerta sanitaria que ha obligado a las autoridades a cerrar las regiones más afectadas por el virus.
Desde mediados de octubre más de mil personas mueren a diario en el país ruso, esto se debe en gran medida a la nueva variante Delta y el último sábado la cifra de 1,075 personas fallecidas marcó un récord desde el inicio de la pandemia.
Cierre preventivo
Una semana antes de que todo el país se vaya de vacaciones pagadas por orden del presidente, Vladímir Putin, varias regiones han decidido tomar medidas drásticas a partir del sábado. El Gobierno ha indicado una veintena de regiones donde la situación de la pandemia está fuera de control, en su mayoría en la parte europea del país.
Hasta ese día, regiones como Kursk, Nóvgorod, Volgogrado o Samara ya habían cerrado, mientras se espera que ocurra lo mismo con otras a partir de hoy.
Jornadas no laborables
En la capital cerrarán las escuelas a partir de este lunes, mientras los mayores de 60 años no podrán salir de casa hasta febrero. «A finales de esta semana y a comienzos de la siguiente alcanzaremos el pico de contagios, cifras récord en toda la historia de la pandemia», alertó el fin de semana el alcalde, Serguéi Sobianin. En Moscú también regresarán el teletrabajo para el 30 % de los trabajadores no vacunados y de aquellos que no hayan pasado la enfermedad.
Cuando Putin anunció vacaciones en abril del 2020, muchos rusos viajaron a la costa del mar Negro u organizaron barbacoas en el campo, lo que obligó a las autoridades a tomar medidas severas. En esta ocasión, las agencias de viajes ya informaron de un incremento de un 50 % de la demanda de vuelos, en su mayoría hacia destinos en el interior del país.
Al respecto, Protsenko no escondió su indignación y advirtió que «no habrá ninguna fiesta» durante estos días, ya que el objetivo no es descansar sino frenar «varios ciclos de infección». Sobianin igualmente llamó a los moscovitas a abstenerse de viajar y limitarse a salir a pasear a los parques o pasar varios días en sus casas de campo.
L.R.N.