Volverán a citarlo al Congreso
.
Ricardo Sánchez Serra*
La presentación del canciller Óscar Maúrtua en el seno de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, sobre el tema del restablecimiento de relaciones diplomáticas con el ente denominado República Árabe Saharaui Democrática, no satisfizo a los legisladores, que consideraron que su intervención fue endeble e insatisfactoria y además porque no contestó a las preguntas que le formularon, por lo que volverá a ser llamado a la Comisión, luego que regrese del viaje en el que acompañará al presidente Pedro Castillo a Nueva York.
El congresista Jorge Morante señaló que el canciller faltó el respeto al no contestar ninguna de las preguntas, como por ejemplo de los legisladores Bustamante, Cordero y Tudela. Esta última preguntó sobre las graves violaciones a los derechos humanos y genocidio que realiza el seudo gobierno de la RASD y no fue atendida.
No contestó cómo ingresó el 7 de setiembre el llamado canciller de la RASD, Ould Salek, ni con qué pasaporte y con qué autoridades peruanas se reunió, pues no figura en la página de Transparencia del Ministerio de RR. EE. Cabe mencionar que la agencia oficial saharaui Sáhara Press Service informó sobre su estancia en el Perú.
“Tenemos que exigir a la Cancillería que sea clara y contundente. Nosotros hemos buscado la paz y no podemos estarnos vinculando a seudo gobiernos que no hacen otra cosa que violar los derechos humanos y amparar terroristas”, dijo.
Maúrtua se aferró a que la decisión peruana no afectará las relaciones con Marruecos, cuando olvida que, en varios países está nación retiró su Embajada o bajó el nivel de relaciones. Lo peor de todo es que el Perú se está entrometiendo en su integridad territorial.
Con esta decisión de restablecer las relaciones con la RASD, ya el Perú tomo partida por la solución maximalista del frente Polisario y está completamente lejos de la neutralidad positiva que exige la ONU.
Además, perturbará las relaciones con los países árabes y dos tercios de los Estados africanos, cuando el Perú necesite sus votos para conformar alguna comisión de las Naciones Unidas.
El ministro afirmó airadamente que el restablecimiento de relaciones con la RASD, no fue “súbita” por parte del Gobierno, pero un legislador le hizo ver que hace una semana, cuando se presentó a la misma Comisión para exponer sobre la política exterior del nuevo Gobierno, Maúrtua no se refirió al tema. Afirmó bastante enojado que no hay carga ideológica, sino simplemente solidaridad y que fue decisión soberana, que nadie había objetado.
En otro momento, el canciller abundó en detallar su posición con argumentos de la década del ´60 o de la Guerra Fría, es decir, fuera del contexto internacional actual, asimismo omitió que la RASD se encuentra en territorio de Argelia, lo cual es fácilmente comprobable y que si el Sáhara Occidental se encuentra en el IV Comité ONU de Descolonización, es porque el propio Marruecos pidió incluirlo, porque se encontraba invadido por España.
Omitió mencionar que el Consejo de Seguridad de la ONU -desde hace 20 años- ya no menciona que se realice un referéndum, porque es impracticable debido a que Argelia no permite hacer un censo en la población de Tinduf, es decir, unas 40 mil personas, frente a 350 mil saharauis marroquíes que viven en las provincias del sur.
Cabe reiterar que, para que haya un Estado se necesita los tres elementos fundamentales de su creación: territorio (están en Argelia) población (está dispersa en 5 países) y gobierno (nunca ha existido y tampoco se hizo ningún acto democrático en los campamentos).
De otro lado, la mayor expresión ciudadana de autodeterminación se realiza cada cinco año durante las elecciones en Marruecos. La mayor tasa de participación en las últimas elecciones generales del 8 de setiembre fue en el Sahara con presencia de 19 organizaciones de observadores internacionales.
Finalmente, el presidente de la Comisión formó un subcomité (integrado por los parlamentarios Jorge Morante, Adriana Tudela, María del Pilar Cordero y Juan Carlos Lizarzaburu) que elabore un pliego de preguntas para el ministro de RR. EE. y un comunicado público.
Si el canciller tanto habla de solidaridad, el Perú no ha sido recíproco en la solidaridad con Marruecos. Hay una cuestión muy importante y poco divulgada y fue la actuación del juez marroquí, Mohamed Bennouna, de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuya pregunta definió el litigio marítimo entre el Perú y Chile. La Cancillería lo sabía. No hay que ser ingratos.
*Analista internacional
Publicado en Prensa21