Ensayo israelí respalda tercera dosis, pero la OMS da otro argumento

Desde julio, las personas mayores de 60 años han estado recibiendo la tercera dosis en Israel, convirtiéndolo en uno de los países que más ha avanzado en las campañas de vacunación en el mundo.

Tercera dosis de la vacuna Pzifer para mayores de 60 años refuerza el sistema inmune.

Una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech tiene una efectividad de 86% en personas mayores de 60 años, según Maccabi, uno de los cuatro proveedores de salud que suministran vacunas en Israel.De esta forma, el país asiático respalda la tercera dosis como método de prevención.

Por su parte, Pfizer ha dicho que la eficacia de su vacuna disminuye con el tiempo y que una tercera dosis ofrece anticuerpos neutralizantes significativamente más altos contra la covid-19, incluidas las variantes beta y delta altamente infecciosas.

Desde julio, Israel ha estado aplicando la tercera dosis a personas inmunodeprimidas, a todos los mayores de 50 años y al personal sanitario, siendo uno de los primeros países del mundo en aplicarla y el primero con Pfizer.  

Actualmente, se enfrenta a la cuarta ola de la pandemia con 7.856 nuevos positivos registrados y 62.163 casos activos, de los que 603 son pacientes en estado grave, después de haber logrado reducir los contagios a casi cero entre mayo y junio.

Se espera que Estados Unidos y varios países europeos comiencen en septiembre a ofrecer refuerzos de la vacuna a la población mayor y personas inmunodeprimidas.

La postura de la OMS

El pasado miércoles 4 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había pedido una moratoria sobre las terceras inyecciones de la vacuna Covid-19 hasta al menos finales de septiembre para abordar la drástica desigualdad en la distribución de dosis entre países ricos y pobres.

El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a los países y empresas que controlan el suministro de dosis a cambiar el rumbo de inmediato y dar prioridad a los estados menos ricos.

Cabe mencionar que en los países clasificados de ingresos altos por el Banco Mundial, se han inyectado 101 dosis por cada 100 personas.

Esa cifra se reduce a 1,7 dosis por cada 100 personas en los 29 países de ingresos más bajos.