Pedro Tolomeo Rojas, más conocido en la escena artística como “Monky”, es un creador autodidacta que, a comienzos de la década de los ochenta, se inició en el diseño de los afiches chicha. Su historia es la de un migrante que, como muchos, vino a la capital para realizar sus sueños.
Monky es catalogado como pionero de los carteles chicha y hoy su obra del artista jaujino se exhibe en UPC Cultural, una muestra virtual, curada por el investigador Alfredo Villar, quien repasa la historia de vida del artista y la evolución de la gráfica chicha. El acceso es libre y está en cultural.upc.edu.pe/galeria/monky.
Sus orígenes se dan con los carteles chicha en de la década de los ochenta. En un principio, los carteles usaban colores básicos. El uso de colores fosforescentes se dará recién alrededor del año 88, cuando se empezaron a fabricar en el Perú tintas flúor para serigrafía en papel. En el caso de Monky, su primer afiche con colores fosforescentes se diseñó para el concierto de Tongo y Chacalón en el “Hueco”
El uso de estos colores se hizo popular y aparecieron los talleres de carteles chicha de Delia Flores, de “Vanessa Publicidad”, de Fortunato Urcuhuaranga, de “Viusa Publicidad”, entre muchos otros. No sólo en Lima, sino en el resto del país.
A comienzos de la década de los noventas, Monky, ante la competencia de los nuevos talleres de carteles chicha, decide iniciarse en el pintado de banderolas para conciertos.
Las banderolas existían desde comienzos de los ochentas, pero eran básicamente telas negras en las cuales se pegaban letras de papel pintadas con esmalte fosforescente y que se siguen usando hasta el presente. La diferencia con las banderolas de Monky es que, en estas, las letras eran totalmente pintadas sobre la tela y, en algunos casos, incluían un retrato del artista.
En la actualidad, Monky pinta banderolas y hace afiches a pedido, ya no solo para conciertos sino para distintos eventos y clientes, que pueden ser desde un restaurante en Australia, un Dj en Alemania, un cortamontes en Ayacucho, o un matrimonio en La Molina.
En una entrevista al diario Peru21, Monky habló sobre la valoración del arte chicha “Hay gente que todavía dice que ese cartel chicha es para gente maleada, malograda. Recuerdo que cuando se hacían las fiestas en Surquillo y ahí veías a las empleadas del hogar que bajaban a las fiestas con los hijos e hijas de los dueños de las casas, que iban para ‘sapear’. No se quedaban hasta tarde, pero se ganaban el ‘pase’ que esas fiestas no eran tan ‘corruptas’. Y volvían, solos o con otros amigos. Ahí bajó un poquito la discriminación”
Además de las frases que más ha inmortalizado en sus carteles este se identifica con “No se gana, pero se goza; se sufre, pero se aprende. “