Los talibanes no olvidan: Destruyen estatua de líder político que luchó contra ellos

La estatua destruida era de Abdul Ali Mazarí, un político de la minoría hazara, quien en 2016 fue considerado como mártir por la Unidad Nacional de Afganistán.

La estatua del ex dirigente político antitalibán y defensor de la comunidad hazara, Abdul Ali Mazari, ha sido destruida.

Este miércoles se reportó la destrucción de la estatua conmemorativa de Abdul Ali Mazarí, un político hazara que apoyó la representación equitativa de todos los grupos étnicos de Afganistán, en especial de los hazaras, quienes son perseguidos por los talibanes en Afganistán. 

“La estatua fue destruida con explosivos”, dijo a la AFP un habitante, que no quiso identificarse por temor a represalias.

“No sabemos quién lo hizo, pero hay grupos de talibanes aquí, incluidos algunos bien conocidos por su brutalidad”, afirmó. Los explosivos hicieron que la estatua quedara decapitada.

Hubo ancianos que se quejaron ante el gobernador talibán (…) que dijo que investigaría”, agregó.

Otra habitante acusó directamente a los talibanes y explicó que un grupo había usado un lanzacohetes para destruir la estatua.

“La gente está triste por lo sucedido, pero sobre todo tiene miedo”, afirmó.

Entre 1992-1995, Abdul Ali Mazari fue el primer líder político que defendió a los Hazara en las Naciones Unidas y en la comunidad internacional.

La comunidad Hazara

La comunidad hazara, principalmente chiita, representa entre un 10 y un 20% de los 38 millones de afganos y ha sido perseguida por los extremistas sunitas de Afganistán, país desgarrado por las divisiones étnicas y religiosas.

Han sido a menudo blanco de ataques por los talibanes y el grupo yihadista Estado Islámico, que los consideran herejes.

Desde el ingreso de Estados Unidos a Afganistán, los hazara lograron crear comunidades prósperas, negocios, escuelas y mezquitas en Kabul occidental y en Hazarayat.

Antecedentes destructivos

En 2001, los talibanes provocaron una conmoción mundial cuando destruyeron las estatuas de Buda en Bamiyán, que tenían 1.500 años.

El patrimonio cultural de la humanidad fue destruido por diferencias políticas ideológicas en Afganistán.

El ministro de Exteriores de ese periodo, el talibán mullah Wakil Ahmed Muttawakil, había mencionado en aquella ocasión que la demolición “no está dirigida contra ninguna religión, nación o cultura”.

Sin embargo, agregó que la posesión de estatuas de ídolos “viola el islam”.

Además, aquella vez, el líder supremo de los talibanes, el “mulá” Mohamed Omar, había decretado una “guerra” contra los monumentos preislámicos de Afganistán.