Salud mental: crece la cifra de niños irritables y agresivos por alteración del horario de sueño

El uso excesivo de estos dispositivos a la larga causarán daños psicológicos en los niños y adolescentes, según especialistas.

Según expertos en salud mental advirtieron que, la alteración del horario de sueño en medio de la pandemia por coronavirus está causando problemas de irritabilidad y agresión en su entorno familiar y social de niños y adolescentes.

El psiquiatra Rolando Pomalima, responsable de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) sostuvo que, la distorsión del horario de sueño es por muchos factores, una de ellas es el uso excesivo d aparatos tecnológicos, la flexibilidad de los horarios de comida y los niveles altos de ansiedad que han aumentado por la pandemia.

Según un reciente estudio epidemiológico elaborado por el INSM sobre la salud mental del niño y adolescente, el 29 % de niños de 6 a 11 años presenta problemas parara conciliar o sostener el sueño. Incluso, el 39 % de los padres cuenta que sus menores hijos se despiertan exhaustos o les cuesta levantarse cada mañana para iniciar sus actividades diarias.

De acuerdo con Pomalima, los indicadores revelan que los niños y adolescentes no están cumpliendo con su ciclo regular de sueño, y es por ello que, manifiestan somnolencia, fastidio, desgano, e incluso dolores de cabeza al levantarse, lo que con el tiempo causar irritabilidad y comportamientos agresivos en su entorno.

El experto anotó también que, en medio de la pandemia se ha visto muchos cambios internos en la convivencia familiar y los padres se han visto obligados a flexibilizar las normas impuestas en sus hogares. Esto ha hecho que los niños pasen más conectados a sus smartphones hasta alta horas de la noche, perjudicando su descanso normal.

Clases virtuales- videojuegos-redes sociales

Según la especialista, el sueño pasa por dos fases, el primero es el sueño no Rem, donde es destinado al descanso físico del cuerpo y al sueño profundo, mientras que el segundo es el sueño Rem, el cual ayuda a consolidar, retener u olvidar información.

No obstante, añadió que, la población que no llega al sueño profundo ya se niño o adulto no alcanzará una buena calidad de sueño y por consecuencia presentarán alto nivel de ansiedad o irritabilidad. «Es importante que los niños cumplan su ciclo de horario de descanso para un adecuado desarrollo físico, emocional, cognitivo y social”. 

“No solo la falta de sueño en niños conlleva a lo mencionado, sino también a problemas más serios como la aparición de pesadillas, sonambulismo y terrores nocturnos”, advirtió el neuropsicólogo infantil José Oré, de la Red Prestacional EsSalud Almenara.

La situación actual de emergencia sanitaria por coronavirus ha llevado a que los niños se mantengan frente a las clases virtuales en la gran parte del día, pero ante el descuido de los padres, muchos niños dejan de lado sus deberes y se “enganchan” en sus videojuegos o redes sociales.

Impulsivos y ansiosos

El especialista informó a la población que, si el problema de la alteración del sueño aparece a una corta edad y no se corrige a tiempo, esto podría conllevar a serias consecuencias pomo la imposibilidad, estrés, frustración, ansiedad y desgano.

“Cuanto más pequeño empiezan a tener problemas de sueño, el pronóstico no será favorable porque tendrán mayores dificultades para controlar sus emociones y frustraciones. Si es que no se modifica esta alteración del descanso, puede repercutir en la pubertad o adolescencia”, recalcó el neuropsicólogo.

Cabe destacar que, la alteración del sueño en el niño puede ser en sí un síntoma de ansiedad escondida o depresión, por ello es recomendable que los padres o tutores estén alertas a cada comportamiento de su menos hijo, según indicó el médico neurocirujano, Hector Yaya, de Sisol Salud.

Las señales a tomar en cuenta en el menor son la falta de apetito, el bajo rendimiento escolar o la decisión de aislarse de su círculo familiar y social.  

Recomendaciones para mejorar estos comportamientos

Para ello, yaya enfatizó lo importante que es tener una buena “higiene del sueño” en todos los ciclos de la vida, sobre todo en las etapas de descanso.

El niño o adolescente, debe descansar en promedio de 8 a 10 horas con el objetivo de afianzar los conocimientos aprendidos en el resto del día, ya que, de esta manera el sueño reparador favorecerá los procesos de memoria y atención.

Los tres profesionales de la salud coincidieron en que los padres de familia deben esforzarse en educar a sus hijos pequeños a tener buenas conductas de higiene del sueño, ya que se encuentran en una etapa de desarrollo y aprendizaje. «Es importante que los pequeños procuren levantarse y acostarse a una hora fijada por los cuidadores, así como respetar los horarios de desayuno, almuerzo y cena».

Finalmente, los especialistas recomendaron generar un apego seguro en el niño, es decir brindarles mucho afecto y enseñarles a regular sus emociones de una manera cariñosa, asertiva y empática, no con castigos ni regaños porque ello producirá el efecto contrario.

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