Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: REG. 4654
El ser humano por naturaleza es falaz, embustero, mentiroso. Pretenden guardar silencio en un tiempo indeterminado, inútilmente; porque siempre sale a relucir ese secreto, llamado misterio. Si nos ubicamos en el peculiar escenario político de vuestro país vamos a encontrar con el transcurrir de los años descubrimientos, primicias de los diversos partidos políticos que han trajinado, preocupado, luchado en su trayectoria de experiencia histórica para brindar lo mejor de su proposición de partido político propio.
El silencio, en un contexto político tiene dos variables que, puede sumar o restar. Si nos involucramos a una proposición tan clara y evidente como un axioma en la historia de los partidos políticos vamos a encontrar una serie de sorpresas. Habituándonos en la historia de los verdaderos partidos políticos como la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA, creado por un movimiento estudiantil cuyo líder fue Víctor Raúl Haya De La Torre, Acción Popular, creado por el arquitecto Fernando Belaunde Terry; Partido Popular Cristiano, PPC, instituido por Luis Bedoya Reyes, y el Partido Socialista Peruano, PSP, fundado por José Carlos Mariátegui. Hasta la década de los 80, estos partidos participaron en la urna democráticamente, salvo el Partido Socialista Peruano, que llegó –“bien partido”- pero participó con un apéndice de supuestos revolucionarios por las discrepancias de sus camaradas.
La historia se vuelve a repetir en el siglo XXI, en abril del año 2021, pero exclusivamente en el dizque izquierda, indiscutiblemente fragmentada, pero asociados con los incómodos, e impresentables CAVIARES que, para mantenerse en la sensualidad del poder utilizan argucias repugnantes, como azuzar el odio malévolo con sus compatriotas. En este caso latente que nos embarga de incertidumbre por el supuesto triunfo del partido Perú Libre, cuyo candidato es el profesor, Pedro Castillo Terrones, que, huérfano de un equipo técnico y propuestas electorales, se arrimaron al mejor postor sinvergüenzamente, la ya reconocida fracasada Líder de una izquierda falsa como Verónika Mendoza, y sus adictos esbirros para finiquitar el plan del golpe al FRAUDE. Los cuestionamientos de la clase demócratas hacia el lumpen y oportunistas camaradas, guardan un estricto SILENCIO, como su líder, Pedro Castillo, que se mofa de la prensa y de los conciudadanos desde sus inicios al pasar a la segunda vuelta con Keiko Fujimori. Lo mismo lo hace con una soberbia forzada el gobierno transitorio, Francisco Sagasti, que presumiblemente tomó partido por el candidato, Castillo, conchabados con el ex presidente Vizcarra quien armó el andamiaje direccionando a sus intereses subalternos para evitar ir a la cárcel por el caso de las vacunas VACUNAGATE, y otras perlas que lo pintan como un compulsivo corrupto de perfil psiquiátrico mentiroso.
A ellos se suman el Jurado Nacional de Elecciones, presidida por el Juez Supremo, Jorge Salas Arenas, abogado defensor de terroristas de Sendero Luminoso, asimismo el que daba indulto a las hordas asesinas, y ahora cuestionado por el desempeño triste y miserable, y que es repudiado por más del 60% de los peruanos; pero sinvergüenzamente guardan SILENCIO, asimismo, el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, Sr, Crovetto, que se prestó supuestamente a la conspiración, también guarda SILENCIO. Ni que hablar del Poder Judicial, presidida por la Dra. Elvia Barrios, enmendando la plana al primer poder del Estado, y conduciendo soterradamente los dictados de palacio de gobierno, y dejando en libertad a los dinámicos del Centro, jauría del inefable Vladimir Cerrón; Barrios una vez más no se pronuncia y está en SILENCIO, como La fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, amiga íntima del lagarto Vizcarra que, no administra justicia, sino promueve la corrupción BLINDANDO A LOS INOCENTES, con pergaminos de delitos evidentes, en videos, audios, y desconociendo los argumentos de los colaboradores eficaces, que si hubiera una justicia verdadera éste andamiaje creado por el lagarto en complicidad con Zorriti, y Cagasti, se caería como un castillo de naipe, y saldría a la luz todos los conspiradores antidemocráticos, y por ende se merecerían una cadena perpetua, por pretender desaparecer el Estado de Derecho. ¡Qué tal silencio de estos pobres, cándidos inocentes!