No falta mucho para la inauguración de los Juegos Olímpicos 2020. Sin embargo, los habitantes japoneses se debatían entre la cólera y resignación después del anuncio de la prohibición de espectadores en la competencia más importante de la historia, que se disputara desde 23 de julio hasta el 8 de agosto.
El motivo de el aforo en Tokio 2020 es del ya conocido Covid-19. Una aficionada incondicional, Kyoko Ishikawa, quien ha asistido a los Juegos Olímpicos desde 1992, afirma que se esperaba la prohibición de público en la mayoría de las disciplinas olímpicas, pese a ello, no la desmoraliza.
El periódico japonés Nikkei estimó en un editorial este viernes, que la prohibición de público no bastaría para frenar la propagación del virus. »Incluso sin espectadores hay temor de que las infecciones se propaguen ya que decenas de miles de visitantes ligados a los Juegos Olímpicos, sin contar a los deportistas que participen, vienen a Japón. Es necesario implantar de forma más profunda los test y controlar las actividades (de los turistas y/o visitantes)», señaló el medio nipón.
Por otro lado, Asahi, patrocinador oficial, quien pidió la anulación de los Juegos ,eses atrás, acusó al gobierno del país del sol naciente de trata de »hacer pasar deprisa y corriendo» el evento olímpico. »Las jornadas deportivas escolares y los festivales locales fueron anulados o aplazados, y las dudas y las frustraciones ligadas al tratamiento especial a los Juegos Olímpicos podrían afectar a los esfuerzos de prevención de contagios», añadió.
Pese a que Japón se ha librado relativamente hasta ahora de la pandemia mundial, con menos de 15.000 muertes registradas desde el principio de 2020, su programa de vacunación no se ha acelerado hasta mayo. Hasta la fecha, apenas un 15% de la población nipona se ha vacunado y los especialistas temen que la variante Delta provoque un retroceso en cuanto a contagios, que podría desbordar la sanidad del país sede de los Juegos Olímpicos.
F.A.V.K.