Semilla del Tiempo del Bicentenario será “enterrada” próximamente

El 20 de julio será puesta en el Patio del Bicentenario de la Independencia del Museo Nacional de Arqueología, y será abierta 100 años después. Salió la lista de los objetos que serán puestos en la semilla.

La semilla servirá como un diálogo entre el presente y el futuro. (Fuente: Radio Nacional)

El próximo 20 de julio será “enterrada” la Semilla del Tiempo del Bicentenario en una ceremonia en el Patio del Bicentenario de la Independencia del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, con el objetivo de lograr una integración con los peruanos del futuro a través del diálogo entre los tiempos.

Así, la semilla será puesta en la plaza para que esté en su lugar sellada por 100 años, tras lo cual será abierta en julio del 2121. En esa fecha, los peruanos del futuro podrán observar los objetos que fueron guardados y que representan partes del Perú actual. En la ceremonia participarán el presidente Francisco Sagasti y autoridades.

Por otro lado, se dio a conocer la lista de 48 objetos que irán a la semilla. Entre ellos estarán “Resistencia en el arte de tablas de Sarhua en tiempos de COVID-19”, de Valeriana Evanán; “Inkafont”, tipografía encontrada en los tocapus de los incas; “Costumbres folclóricas en el valle del Mantaro”; “Quipus funerarios de Cuspón”, entre otros objetos.

Aparte de los mencionados, se guardarán objetos que representen a las 25 regiones del país, donde cada una aportará con algo representativo. Será un objeto por región, que serán seleccionados por  la Comisión Nacional del Bicentenario y otros por iniciativa propia del grupo de trabajo sectorial.

“Será un diálogo entre los peruanos del presente y del futuro, cien años después del bicentenario. Surgió como idea cuando nos preguntamos qué queremos dejarle a nuestros descendientes, cómo queremos que nos vean y nos reconozcan”, señaló la directora ejecutiva del Proyecto Bicentenario, Laura Martínez.

También habló acerca de la semilla Ruth Shady, reconocida arqueóloga peruana. Acerca de la idea, ella dijo que “dejaría un objeto que les haga reflexionar sobre la necesidad de vivir en mejores condiciones tanto con la naturaleza como con el aspecto social. Esos peruanos deberían conocer la historia de las sociedades ancestrales porque ellos dejaron importantes lecciones sobre el manejo de los recursos”.

Para finalizar, la cápsula tiene 1.60 metros de alto y 1.20 de ancho, además de forma de cántaro inca de forma antropomorfa y con motivos de la cultura chimú. Fue construido en los talleres de los Servicios Industriales de la marina con el mismo material que son hechos los submarinos.

A.M.F.S.