Por: Ricardo Zedano
Periodista
La cumbre que tuvo lugar el 16 de junio pasado entre el presidente de Rusia Vladimir Putin y de EEUU Joe Biden contribuye a la estabilidad global porque aparta a la humanidad del peligro de una guerra nuclear.
En Ginebra, los presidentes anunciaron que Rusia y EEUU reanudarán negociaciones para controlar y reducir su arsenal nuclear, actualmente suficiente para destruir la mayor parte del planeta.
Es decir, Rusia y EEUU tienen que dialogar porque de otra manera, la seguridad mundial seguirá caminando sobre el filo de una navaja.
Según algunos expertos, cualitativamente, la paridad nuclear está inclinada a favor de Rusia, porque en los últimos años, Moscú pudo reemplazar cerca del 70 por ciento de sus misiles balísticos con portadores y ojivas de mejores características tácticas que los anteriores.
En número de ojivas estratégicas disponibles, Rusia es líder, pero EEUU tiene una mayor cantidad de ojivas operativas, 1750, mientras que Moscú cuenta con 1570.
Eso explica la prudente resolución adoptada por el presidente Biden de prolongar la vigencia hasta el 2024 del Tratado START-III, después de que el expresidente Donald Trump declarara la salida unilateral de EEUU de ese convenio.
Es evidente que ahora la seguridad estratégica es una de las prioridades en la agenda de las relaciones bilaterales ruso-estadounidenses sobre todo porque en los próximos años, el desarme nuclear tiende a tener un carácter multilateral.
Más que todo por la postura de algunos sectores estadounidense que insisten en que las negociaciones sobre desarme nuclear deben incluir a China.
En los últimos años, Pekín ha incrementado su arsenal atómico a ritmos récord en comparación con otros países.
A finales de 2019, China aumentó sus ojivas nucleares disponibles en 30 unidades hasta tener 320.
En consecuencia, por primera vez en su historia, China ascendió al tercer lugar entre los países del mundo con armas nucleares superando a Francia.
Es evidente la importancia que tendrá Rusia en el caso de que que se celebren este tipo de negociaciones.
Al momento de negociar el arsenal nuclear de China, EEUU necesitará que Moscú sea un socio y no un rival.
Y esto será apenas el inicio para otras negociaciones no menos complicadas dirigidas a controlar el arsenal nuclear de corto y medio alcance que involucra zonas vitales de Europa y el sudeste asiático.
En este sentido, la participación de Rusia es clave porque en total, los arsenales rusos cuentan con 6375 unidades nucleares, frente a 5800 para EEUU.
A pesar de los esfuerzos de la prensa occidental para minimizar el protagonismo de Moscú, es un hecho que el poderío militar y el potencial nuclear de Rusia impide a EE.UU. imponer su hegemonía sobre el mundo.