Cines en el Perú: Ejecutivo aún no autoriza venta de alimentos dentro de las salas

Sector cinematográfico pese a tener permiso de reactivarse indican que la venta de boletos no cubre gastos operativos.

El sector recibió autorización del Ejecutivo para su reactivación a mediados de diciembre del 2020, sin embargo, la atención no se restablece y son más de 10 000 trabajadores que no regresan a sus labores.

Los cines en el Perú han generado alrededor de US$ 300 millones en pérdidas económicas, desde que paralizaron a mediados del 15 de marzo del 2020, tras el anuncio del Estado de Emergencia por la llegada de la COVID-19 al país.

El sector cinematográfico recibió la autorización del Ejecutivo para su reactivación a mediados de diciembre del 2020, sin embargo, la atención no se restablece y son más de 10 000 trabajadores que no regresan a sus labores.

Sobre ello, la vocera de la Asociación Nacional de Cines del Perú (Anasaci), Diana López Chu, manifiesta que la venta de alimentos y bebidas no están contemplados en los protocoles anunciados por el Gobierno, y de no darse no hace rentable a este sector.

“Los alimentos aportan un poco más del 50 % de los ingresos de un cine. Las entradas tienen una carga impositiva más alta que cualquier otro bien, no solo se paga el 18 % de IGV, sino también un 10 % de impuesto municipal, en el ingreso de las entradas casi un 30 % es carga impositiva”, resaltó.

Además, la ejecutiva precisó que la venta de boletos no llegarían a cubrir los costos operativos que se requiere para el funcionamiento de esta actividad. Entonces el 30 % de los locales no podrían entrar en operatividad.

En ese sentido, Claudia Cornejo, la titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), indicó que los ministerios de la Producción, de Cultura y de Salud, vienen evaluando si se da la posibilidad de que se permita la venta y consumo de bebidas y alimentos en estos locales.

“La preocupación es que esto se dé en un ambiente lo más seguro posible para las personas que asisten a esta actividad”, añadió.

En tanto, López Chu resaltó que estos retrasos en los protocolos se deben a que el Ministerio de Salud ha pasado hasta por cuatro cambios en sus equipos técnicos.

Distancia social

Por su parte, el médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), Manuel Espinoza, afirmó que la venta de alimentos o bebidas y su ingesta en las salas de cine no sería el problema, sino que las personas griten o converse en estos espacios cerrados porque los aerosoles se propagarían.

Sin embargo, sostiene que, si respeta el distanciamiento social entre las butacas y se direcciona el flujo unidireccional del aire a la sala de cine, disminuye notablemente el riesgo de contagio en comparación con el transporte público, sobre todo el informal, donde “van todos apretados con las ventanas cerradas por más de media hora a diario”, apuntó.

“El problema no es que consuman alimentos, sino que la gente no debería hablar. Esto es lo más importante para evitar la transmisión de cualquier patógeno de transmisión aérea”, añadió.

Aunque, reiteró que los negocios cuyos locales están del 30% al 50% de aforo, no representa un riesgo si ellos cumplen con las normas establecidas en el reglamento sanitario.

Reacciones

“Se mantiene en permanente evaluación con los ministerios de Cultura, de la Producción y Salud para ver en qué momento se podría dejar que en estos espacios se puedan consumir alimentos y bebidas”, dijo la titular del Mincetur, Claudia Cornejo.

En tanto, el médico infectólogo del INS, Manuel Espinoza, plantea que “En gimnasios, peluquerías o cines al 30% o 50%, se puede comer con un riesgo disminuido. Para aerosoles es importante un flujo unidireccional de aire que disminuya el riesgo de contaminar”.