España-México, reconocernos mutuamente

Cooperación internacional

Juan de Oñate en la conquista del Colorado, por Ferrer-Dalmau.

Se ha articulado, en los denominados acuerdos de nueva generación, una redefinición estratégica que pone el foco en el potencial de España para operar la cooperación delegada de la ayuda de sus socios europeos y de sus socios latinoamericanos en iniciativas de cooperación triangular, así como en la cooperación financiera reembolsable y la participación del sector privado.

Entre los diversos canales de cooperación existentes en las relaciones bilaterales, los ámbitos de defensa y seguridad han crecido activamente en los últimos años, siendo la lucha contra el crimen organizado la piedra angular de la colaboración con cursos de formación y especialización en materia policial y de defensa de autoridades militares y policiales mexicanas en España de forma periódica.

Inversión extranjera

La Inversión Extranjera Directa española en México se ha concentrado en los sectores financieros, de telecomunicaciones, de infraestructura y de servicios culturales. Asimismo, la relación comercial España-México se sustenta principalmente en el intercambio de materias primas, particularmente de hidrocarburos y combustibles, así como alimentos.

Sectores estratégicos

Además, por su potencial de inversión y su importancia estratégica, la energía significa un factor clave en la evolución de las relaciones bilaterales. Ambos países han iniciado la consolidación de su sociedad en dicho campo con la firma del Memorando de Entendimiento que busca sentar las bases de una relación de cooperación institucional que promueva la cooperación bilateral en asuntos energéticos.

Hacia el futuro

Por otro lado, existe coincidencia a la hora de señalar que las relaciones entre España y México atraviesan por uno de sus mejores momentos. Sin embargo, pese a los números optimistas que aparecen en este análisis, a día de hoy sigue existiendo un amplio margen de crecimiento. Para lograrlo, se necesita un fuerte compromiso de ambas sociedades, fortaleciendo los lazos ya existentes y adoptando proyectos que permitan enfrentar el futuro con mayor certeza. En este sentido, el rol del sector privado es fundamental para garantizar el aprovechamiento de las oportunidades actuales y potenciales como el aceleramiento de la presencia de pequeñas y medianas empresas de un país en el otro; el blindaje del comercio bilateral; el impulso de los mecanismos de cooperación triangular y la materialización de los acuerdos bilaterales que permitirán una mayor presencia de ambos países en otras regiones del mundo.