Día del Trabajo: Conoce su historia y conmemoración de esta fecha

"Todo comenzó a fines del siglo XIX en Norteamérica. En el Perú se celebra este sábado 1 de mayo. Foto: Jorge Cerdán"

"Su historia comenzó en Estados Unidos. Una fecha para recordar a aquellas personas que lucharon por las ocho horas de trabajo diario".

La historia de esta fecha conmemorativa todos los 1 de mayo empezó en Estados Unidos. Una fecha para recordar a aquellas personas que lucharon por las ocho horas de trabajo diario.

En muchas partes del mundo se conmemora el Día del Trabajo este 1 de mayo. Es una jornada de reivindicación y homenaje a la lucha obrera que se inició a fines del siglo XIX en Estados Unidos. En aquel entonces los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas, ya que trabajaban más de 16.

En 1886 fueron asesinados varios sindicalistas que participaron en las huelgas y paros exigiendo las 8 horas. Al grupo ejecutado se les denominó los “Mártires de Chicago”. Esta fecha es precisamente para honrar dichas vidas apagadas, por labores dignas en el mundo.

En Perú y gran parte de países latinoamericanos será este sábado 1 de mayo. Para el resto de mundo dependerá de la zona horaria en la que se encuentre cada nación.

¿Por qué se conmemora el Día del Trabajador el 1 de mayo?

Esta fecha de reivindicación fue establecida con 1889 en la ciudad de París. Ocurrió durante un congreso de la Segunda Internacional (asociación de partidos socialistas, laboristas y anarquistas de todo el mundo), y se decretó el 1 de mayo como Día del Trabajo para conmemorar a los “Mártires de Chicago”.

Historia del Día del Trabajador

Durante el siglo XIX y en plena revolución industrial las urbes empezaron a crecer en dos flancos, su economía y su demografía. En Estados Unidos una de las ciudades fue Chicago y donde la mayoría de su población era obrera.

Por aquel entonces las personas debían permanecer en las empresas durante 16 horas a más. Es así que, con el lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”, se produjeron movimientos con el fin de acortar las extenuantes jornadas laborales.

El 17 de octubre de 1884 la American Federation of Labor había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de 8 horas.

Ante las amenazas de las huelgas y paros, el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la ley que establecía las 8 horas de trabajo diario.

Sin embargo, muchas empresas no acataron la medida y miles de trabajadores iniciaron huelgas simultáneas en diversas ciudades. En la fábrica McCormik de Chicago, que no había reconocido la victoria de los trabajadores, la policía disparó, un 1 de mayo, contra los manifestantes en la puerta principal.

Los días siguientes murieron más trabajadores hasta que el 4 de mayo estalló una bomba contra las fuerzas policiales, en un suceso conocido como “el atentado de Haymarket Square”.

Por los graves acontecimientos, 31 personas fueron enjuiciadas el 21 de junio de 1886. Del total ocho fueron procesados por la justicia de manera irregular (dos recibieron condena de cadena perpetua, uno a 15 años de trabajo forzado y cinco a muerte en la horca).

Un año más tarde, en Illinois, se reconoció que el juicio no había respetado el derecho de los acusados. Los que aún vivían fueron liberados.

¿Quiénes fueron los Mártires de Chicago?

Las ocho personas condenas el 21 de junio de 1886 por los sucesos ocurridos un mes antes, se convirtieron en los “Mártires de Chicago”.

De todos los imputados, ocho recibieron severas condenas y a ellos se les llama los “Mártires de Chicago”

Samuel Fielden: tenía 29 años y era de nacionalidad inglesa, se dedicaba a la textilería y era pastor metodista. Fue condenado a cadena perpetua.

Oscar Neebe: estadounidense de 36 años, vendedor y condenado a 15 años de trabajos forzados.

Michael Schwab: era un alemán de 33 años, tipógrafo y castigado a cadena perpetua.

George Engel: alemán de 50 años, tipógrafo, sentenciado a muerte.

Adolph Fischer: de origen alemán, tenía 30 años, era periodista y fue condenado a muerte.

Albert Parsons: estadounidense de 39 años, obrero y su castigo fue la muerte

August Vincent Theodore Spies: alemán, tenía 31 años y fue condenado a muerte

Louis Lingg: fue sentenciado a muerte, era de nacionalidad alemana y tenía 22 años. Para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.

M.N.L.