«La escritora armenia que escapó del genocidio de 1915: recordando a Zabel Yesayan»

Juan Pablo Artinian

El 24 de abril de 1915, en Constantinopla -capital del imperio turco-otomano- una mujer armenia, llamada Zabel Yesayan, salió de una reunión. Ya en la calle, fue detenida por gendarmes turcos que le preguntaron por Zabel Yesayan. Inmediatamente, ella les respondió que la mujer que buscaban se encontraba dentro del edificio y escapó de los gendarmes.

El 24 de abril es recordado en nuestros tiempos como fecha conmemorativa del genocidio armenio. Sin embargo, las historias de miles de mujeres armenias -durante el exterminio de 1915- han quedado ocultas bajo la cifra de más de un millón de personas asesinadas por Turquía. Ante el horror; la vida y obra de Zabel Yesayan iluminan los fragmentos de la resistencia y las acciones ante los genocidios.

Nacida en 1878, en el imperio otomano, como Zabel Hovhannisian, ella pertenecía a una minoría cristiana oprimida por el sultán. En ese mundo, Zabel sufría la doble opresión de ser mujer y armenia. En 1895, se asentó en Paris donde estudió filosofía y literatura en la universidad de la Sorbona. En Francia, se casó con el pintor armenio Dikran Yesayan, tuvieron dos hijos y en 1908 retornaron a Constantinopla. En ese año, la revolución de los denominados “jóvenes turcos” parecía augurar mejoras. Ese grupo- que proclamaba modernizar al imperio- despertó las esperanzas de fraternidad en Turquía para griegos, judíos y armenios. Sin embargo, esta promesa se terminaría pronto. En 1909 una masacre contra armenios mostró los primeros signos del horror. La escritora, en su libro “En las ruinas” (1911), denunció esa masacre. Sin embargo, durante la Gran Guerra, Turquía implementó el exterminio sistemático de los armenios.

Zabel Yesayan estaba en la lista negra de líderes religiosos e intelectuales que debían ser eliminados el 24 de abril de 1915. Zabel era la única mujer en la lista: una escritora que -para el régimen autoritario turco- representaba otro desafío a sus planes genocidas. Los escritores y periodistas podían denunciar y hacer visible ante el mundo los crímenes. Los jóvenes turcos lo sabían y se encargaron de arrestar, deportar y asesinar a la intelectualidad armenia.

En 1915, Zabel había logrado engañar a los gendarmes y se escondió en un hospital de Constantinopla. Finalmente, ella y su hijo lograron escapar a Europa y luego al Cáucaso. Zabel se dedicó a compilar los testimonios de sobrevivientes y ayudó a los huérfanos del genocidio. Publicó libros, dictó conferencias y ejerció la docencia. Durante los años veinte se asentó en Armenia que ahora estaba bajo el poder soviético. Sin embargo, en 1937 el estalinismo la acusó de “nacionalista” y la arrestó. Fue enviada a prisión junto a otros que sufrieron los horrores de la Gran Purga, muriendo en 1943.

La vida de Zabel Yesayan, estuvo atravesada por la guerra, el genocidio y el totalitarismo. Sin embargo, sus acciones y su escritura nos brindan un legado para conmemorar a las víctimas y condenar los genocidios. Su lugar como mujer, escritora y docente iluminan un legado de libertad que debe recordarse.