Siguiendo el legado familiar: Aissa Hamann, la ciclista de downhill y enduro que lleva la adrenalina en las venas

La peruana practica este deporte desde tres años y medio atrás y empezó a compartir la pasión de la familia por el ciclismo.

Aissa Hamann, la chica que cambió su vida para aventurarse en las rocosas y adrenalínicas montañas del ciclismo al igual que su familia.

De vivir el día a día pasajero a hacerlo sobre ruedas y con mucha adrenalina: Aissa Hamann decidió dejar su vida normal para probar la tradición de su familia, la cual hoy disfruta mucho y es su motor de todos los días. La joven se metió al mundo del ciclismo downhill y enduro hace 3 años y medio cuando, sin experiencia, se lanzó desde un cerro con una ‘bici’ y desde ahí no paró. A partir de entonces, empezó una nueva historia en su vida.

25 años de edad y no se arrepiente de haberse pisado esos pedales por primera vez: “La modalidad de downhill y enduro tienen algo en común: los dos son individuales y gana el que tiene el mejor tiempo cronometrado, desde la punta de la montaña hasta la base vas pasando por distintos obstáculos que van dificultando un poco esa bajada. La única diferencia es que en uno (downhill) subes con camioneta y en el otro (enduro) lo haces pedaleando. En ambas el reto está en la bajada”, comentó en diálogo con Depor.

También habló de sus inicios en este deporte: “Yo me fui directo al ciclismo de montaña. En mi casa todos siempre hicieron ciclismo de montaña y yo nunca participé sino hasta hace tres años y medio que finalmente acepté ir y darle un chance. La primera vez que probé, no quería subir pedaleando, subimos en carro y yo bajé en bicicleta. Por eso, me fui directo al enduro y downhill”, dijo. “En mi familia empezaron con cross country, pero, poco a poco, le agarraron más gusto a la bajada. Nuestros planes familiares muchas veces involucran el ciclismo”, agregó.

“Muchas veces el miedo te gana y piensas que estás yendo muy rápido, pero al final le agarras el truco y te das cuenta de que no era tan extremo. Es relativo”, dijo sobre la adrenalina que uno siente. “Llegará un un momento donde ciertas cosas ya no me darán miedo y veré otras más difíciles y así poco a poco vas escalando”, agregó.

Finalmente, habló de algunas experiencia que tuvo, cómo se entrena y el cambio que este generó en su vida: “Siempre fui bien cuidadosa, pero hace un mes me romí la clavícula. Estaba dando clases y, en la opción de bajada que escogí, me metí por una línea suelta, me distraje y caí luego de chocar contra una piedra. Para entrenar, Pachacamac es mi lugar favorito de todos. De ahí, puede ser el Morro Solar o Asia, donde he ido últimamente. Esto cambió mi vida completamente, siempre me ha gustado hacer algo de deporte, pero nunca había encontrado algo que realmente me apasione y se vuelva parte de mi rutina. Me ayudó a ser más fuerte en todo sentido”, concluyó.

Como extra, dejó una frase importante sobre el desempeño de la mujer en el deporte, especialmente en los extremos: “Muchas viven l temor de ser chica y montar bicicleta, pero no pasa nada si una se cae, no hay por qué haber vergüenza, acá nos motivamos entre todas. Muchas me han escrito para que las ayude y de tips”.

F.O.