El pasado 7 de enero una familia realizó un desayuno de despedida en Lima, en el cual asistieron 17 personas, a pesar de seguir los protocolos de bioseguridad y distanciamiento terminaron contagiándose de la COVID-19.
“Cuando ya estamos en Huancayo, mi padre de 97 años, presentó síntomas y salió positivo. Luego, mi hermana mayor (72 años) se puso mal, pero ella salió negativa, los dos fueron llevados al hospital, mientras que en Lima mis otros hermanos de 60 y 65 años, sus esposas e hijos también presentaron los síntomas”, indicó uno de los afectados.
En menos de un mes de la reunión, cuatro integrantes de la familia fallecieron por presentar síntomas fuertes, los otros trece lograron superar la enfermedad, sin embargo, han quedado con secuelas propias del virus.
Entre los decesos figura la hermana mayor fallecida el 17 de enero, tras cuatro días falleció el segundo miembro, luego se les informó que el patriarca de la familia falleció el 24 de enero. Otro de los hermanos resistió la enfermedad, pero terminó sucumbiendo a ella el pasado 11 de febrero.
“Yo también me agravé y quedé postrado. Usé omegas de una marca para subir mi saturación y mejorar mi respiración, y dio resultados positivos; todavía hay parientes recuperándose”, añadió.
I.A.D.C
