Sin pena ni gloria. Palmeiras de Brasil cerró su participación en el Mundial de Clubes con una derrota que no dejó que acceda al premio de consolación del tercer puesto. En un partido ‘tibio’, el equipo dirigido por Abel Ferreira no supo imponer sus condiciones ante un Al-Ahly que demostró tener un mejor planteamiento y una mejor lectura de juego. Si bien, el partido se definió en la tanda de penales dejó ver varios puntos débiles en la estrategia del actual campeón de la Copa Libertadores.
El Palmeiras que había llegado a este partido tras caer ante Tigres de México salió motivado al terreno de juego, pero con poco peso en ofensiva, algo extraño teniendo en cuenta la calidad individual de sus jugadores. El combinado africano fue más agresivo desde el inicio del partido, pero no pudo hacer válida su superioridad en el marcador. Es así como acabado los noventa minutos reglamentarios y sin disputarse prorroga alguna el campeón se decidió desde los doce pasos, y con un marcador de 3-2 que le brindó tranquilidad a cuadro rojo.
Cabe resaltar que en las cuatro ocasiones anteriores en que el campeón de la Libertadores perdió en semifinales, el representante de la Conmebol salvó el honor venciendo en el partido de consolación. Así fue antes con dos formaciones brasileñas, Inter de Porto Alegre (2010) y Atlético Mineiro (2013), así como con el Atlético Nacional colombiano (2016) y el River Plate argentino (2018). Por lo tanto, esto deja al ‘Verdao’ como el peor representante hasta ahora.
No es la primera vez que un equipo africano escribe su nombre de alguna manera en el Mundial de Clubes, pues el TP Mazembe de la República Democrática del Congo, finalista en 2010, y el Raja Casablanca marroquí, subcampeón también en 2013, pueden presumir haber destacado en esta competición.
V.M.B.
