La violencia no es argumento de nada. Los hinchas de Olympique de Marsella decidieron hacer acto de presencia en La Commanderie, centro de entrenamiento del club, para desatar actos de suma violencia debido a la frustración causada por los malos resultados y el bajo rendimiento del equipo francés. Esta situación provocó la reacción de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que aplazó su partido ante Rennes programado este sábado por la fecha 22 del campeonato.
Un incendio puso alerta en las autoridades de la ciudad. Se conoce que los aficionados causaron el desastre mediante el uso de fuegos pirotécnicos, además, de huelgas que realizaron con antorchas, las mismas que terminaron siendo lanzadas al recinto deportivo. El jugador Álvaro Gonzales intentó apaciguar la situación mediante el dialogo, pero los hinchas no permitieron esto y atacaron con golpes e insultos al jugador de 31 de años.
Al final del lamentable incidente, la policía detuvo a 25 revoltosos, quienes portaban armas de fuego sin permiso legal. Por otro lado, se convocó a una junta directiva en el club para evaluar la situación que sin duda alguna fragmenta la relación de los aficionados con la institución, el equipo técnico y los jugadores. Los dirigentes del ‘equipo olímpico’ saben muy bien que la situación del equipo no es la más aceptable sobre todo Jacques-Henri Eyraud, presidente del club, quién ha mostrado su descontento con el séptimo lugar que el equipo ocupa en la tabla de posiciones.
La LFP aún está definiendo la nueva fecha para que se dipute el duelo de Olympique de Marsella que esta temporada ha sufrido el aplazamiento de varios partidos debido a la pandemia de COVID-19. Los olímpicos tienen pendiente aún un duelo ante el Niza, que recuperará el 17 de febrero, y la reprogramación forzosa del partido ante el Rennes complica la composición del calendario del equipo, que ha sumado tres derrotas consecutivas en la Ligue 1.
V.M.B.
