Rusia anunció este lunes que su número de decesos por Covid-19 era de tres veces mayor de lo que había informado anteriormente, lo que lo convierte en el tercer país con mayor número de muertes tras Estados Unidos y Brazil.
Durante meses, el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha jactado de la baja tasa de mortalidad de Rusia por el virus, y mencionó a principios de este mes que había hecho un mejor trabajo en el manejo de la pandemia en comparación con los países occidentales.
Pero desde principios de la pandemia, algunos expertos rusos habían expresado que el gobierno estaba minimizando el brote en el país.
El lunes, los funcionarios rusos admitieron que eso era cierto. La agencia de estadísticas Rosstat dijo que el número de muertes por todas las causas registradas entre enero y noviembre había aumentado en 229.700 en comparación con el año anterior.
“Más del 81% de este aumento en la mortalidad durante este período se debe a Covid”, dijo la viceprimera ministra, Tatyana Golikova, lo que significa que más de 186.000 rusos han muerto a causa de la Covid-19.
Los funcionarios de salud rusos han registrado más de 3 millones de infecciones desde el inicio de la pandemia, lo que sitúa al ex país soviético en el cuarto lugar con más contagios en el mundo. Sin embargo solo han reportado 55.265 fallecidos, una tasa de mortalidad mucho menor que en otros países gravemente afectados.
Alexei Raksha, un demógrafo que dejó Rosstat en julio, indicó la semana pasada que el Ministerio de Salud de Rusia y el Ministerio de Salud del Consumidor amañaban las cifras del Covid-19.
Las nuevas cifras de Rosstat indican que Rusia tiene ahora el tercer número más alto de muertes por Covid-19 en el mundo detrás de Estados Unidos con 333.140 y Brasil con 191.139.
Las autoridades rusas se resisten a volver a imponer un bloqueo a nivel nacional. El Kremlin espera apuntalar la economía en apuros incluso cuando el país es golpeado por una segunda ola de infecciones.
El gobierno de Rusia predice que la economía se contraerá un 3.9% este año, mientras que su banco central espera una caída aún más profunda.
Durante su conferencia de prensa de fin de año a principios de este mes, Putin rechazó la idea de imponer algún tipo de confinamiento que introdujeron países europeos ante las fiestas por Navidad y Año Nuevo. “Si seguimos las reglas y demandas de los reguladores de salud, entonces no necesitamos ningún confinamiento”, dijo.
Si bien se han impuesto medidas estrictas en algunas grandes ciudades, algunas regiones tienen ciertas restricciones como el uso de mascarillas en espacios públicos y restricción de reuniones masivas.
Rusia, en cambio, ha puesto sus esperanzas en acorralar su brote vacunando a las personas con su vacuna Sputnik V, que lleva el nombre del primer satélite lanzado al espacio en la era soviética.
Durante el fin de semana, los mayores de 60 años recibieron luz verde para recibir la vacuna. El lunes, el desarrollador de Sputnik V, el centro de investigación estatal de Gamaleya, dijo que hasta el momento se habían liberado alrededor de 700.000 dosis para uso doméstico.
El país lanzó un programa de vacunación masiva a principios de este mes, primero vacunando a los trabajadores de alto riesgo de entre 18 y 60 años sin enfermedades crónicas. Sin embargo, Rusia no ha dicho a cuántas personas ha vacunado hasta ahora y, según encuestas recientes de la empresa de encuestas estatal VCIOM, entre otras, solo el 38% de los rusos planean vacunarse.
M.A.N.
