El antropólogo español, Fermín Del Pino Díaz, tiene una gran afinidad con la cultura peruana desde que tocó nuestra tierra por primera vez en 1971 en la ciudad de Madre de Dios. Aquí pudo seguir dedicándose al estudio de crónicas tras su trabajo sobre cronistas de indias para la Universidad de Madrid. Siendo los literatos que más le llamaron la atención: José de Acosta, Bernabé Cobo, Guamán Poma o el Inca Garcilaso.
Hoy en día, Fermín dice sentirse peruanista por la riqueza histórica que le dejó el estudio de esos relatos. Por lo cual, participa en el actual seminario “La llama, de ícono prehispánico al peligro de su extinción y las experiencias sobre su potencial a nivel global”, organizado por la U. Agraria La Molina y el Patronato Molinero.
En conversaciones para el diario La República, el experimentado antropólogo contó detalles sobre su pasión sobre la crónica del Perú. Explicó que su preferencia hacia José de Acosta y Bernabé Cobo, diciendo que el primero sentó las bases para que se puedan entender otras obras de su tiempo. Destaca la importancia que le da Acosta hacia la llama y la vicuña en capítulos de su obra (su IV libro), mientras Cobo hacía la misma apreciación en su libro IX. “Para ambos, se trata de uno de los animales más interesantes del Nuevo Mundo, y sobre todo más útiles al hombre andino.”, añade Del Pino.
Otra de las cuestiones que tocó en la charla fue la visión eurocéntrica sobre la llama como símbolo cultural. Para Fermín, si bien es una inevitabilidad que los cronistas del Viejo Mundo confundan las cosas propias del Nuevo comparándolas con lo suyo, su roce con otras culturas y en especial lo árabe los hicieron comprender que sus diferencias no significaban una inferioridad por parte de los otros pueblos. Gracias a esto entendieron el politeísmo existente en las descubiertas tierras.
Po último, el antropólogo español lamenta el retroceso que ocurre actualmente en la domesticación de las llamas en los países andinos. Añadiendo que los países del primer mundo han empezado a domesticar estos auquénidos. “La tradición nacional dejará de servir a sus herederos en el futuro inmediato, si las autoridades y los empresarios principales del país dejan de mirar por su desarrollo autónomo, atraídos por la moda de los países modernos”, menciona Fermín.
J.D.L