El presidente francés, Emmanuel Macron, utilizó una entrevista de televisión en horario estelar este miércoles en la que anunció establecer un toque de queda, que entrará en vigencia a partir de este sábado y se extenderán entre las 09:00 PM y las 06:00 AM en París, Marsella, Toulouse, Montpellier y otras cinco ciudades más. Asimismo se establecerá estado de emergencia de salud pública. Todas estas restricciones durarán al menos cuatro semanas.
Francia, al igual que otros países europeos, está lidiando con la forma de frenar la propagación del virus y aliviar la presión sobre un sistema de salud una vez más tenso, mientras mantiene abierta su economía de 2,3 billones de euros ($ 2,71 billones) y protege los empleos.
”La situación es preocupante pero no está fuera de control. Estamos en una segunda ola que está ocurriendo en toda Europa”, manifestó Macron.
“Tenemos que actuar. Necesitamos frenar la propagación del virus. Tenemos que reducir el número de contactos sociales. Exigirá un gran esfuerzo de todos, pero es necesario”, agregó.
El miércoles informó 22.591 nuevos casos de Covid-19, la tercera vez en seis días que el recuento diario ha superado el umbral de 20 mil. El nuevo virus se ha cobrado más de 32.000 vidas en Francia.
Las personas bajo toque de queda tendrían que olvidarse de las visitas nocturnas a restaurantes o casas de amigos, aunque todavía se permitirían los viajes esenciales durante el toque de queda, indicó Macron. Cualquiera que viole el toque de queda será multado con 135 euros.
No habría restricciones en el transporte público y las personas aún podrían viajar entre regiones sin restricciones. Sin embargo, las reuniones familiares deben limitarse a no más de seis personas. El toque de queda se establecerá en París, así como las ciudades de Rouen, Lille, St Etienne, Lyon, Grenoble, Montpellier, Marsella y Toulouse.
Macron dijo que el objetivo era reducir la tasa actual de 20.000 casos nuevos por día a alrededor de 3.000 y reducir drásticamente la carga de las unidades de cuidados intensivos en los hospitales.
El gobierno francés declaró anteriormente un estado de emergencia de salud pública en marzo de este año, cuando las hospitalizaciones causadas por la pandemia estaban cerca de su punto máximo.
En ese momento, las autoridades usaron sus poderes adicionales para ordenar a las personas que se quedaran en casa, excepto para el trabajo esencial, comprar alimentos o hacer una hora de ejercicio diario. El estado de emergencia se levantó en Francia en julio, después de que disminuyó el número de casos de la Covid-19. No obstante Europa está atravesando una segunda ola de contagios.
M.A.N.
