Uno de los mayores alcances de la ley que aprobó el pleno del Congreso es que promoverá lectores, además de dinamizar la industria editorial en nuestro país.
El ministro de Economía peruano fijó una de las directrices fundamentales de la nueva ley del libro: sus tecnócratas siempre sostuvieron que las exoneraciones y la reducción de impuestos al libro solo beneficia al lector ya existente, que es una persona privilegiada con acceso al libro y la lectura.
Ahora, la ley trata sobre crear sistemas públicos de biblioteca para atender a todo ciudadano y, en particular, a escolares de sectores populares a quienes el Estado peruano ha excluido históricamente del acceso al libro y nunca aseguró su derecho a leer: esta ley debería resarcir esa deuda.
Para el congresista Alberto de Belaunde, el principal mérito de esta ley es que no se limita a dar exoneraciones o facilidades económicas a la industria. Lo que más destaca “es el énfasis en la promoción de la biblioteca pública y el rol que se tiene que cumplir en los tres niveles de Gobierno para fomentar estos espacios, que son el corazón de cualquier impulso de la lectura en nuestro país”.
Asimismo, el vicepresidente del Congreso Luis Valdez, de APP, sostiene que el autor del proyecto ley prevé positivas consecuencias en la sociedad peruana porque dinamizará la industria editorial y generará un impacto positivo en la educación y, desde lo económico, ve producción local y generación de empleo, debido a que permitirá mantener a flote empresas que constituyen el mercado de libros en el Perú.
Cabe recalcar que la ley ha sido promovida por políticos de bancadas diversas, entre ellos izquierdistas como Rocío Silva Santisteban y liberales como Daniel Olivares, fue aprobada con 124 votos y exonerada de una segunda votación.
Willy del Pozo, presidente de la Cámara Peruana del Libro, sabe que si el presidente promulga la ley la próxima semana, “no quiere decir que aquí queda todo, tenemos que incidir en los procedimientos” para que pueda realizarse.
Ahora bien, si Vizcarra promulga la ley y la asume como un legado de su administración al futuro, podría proponerle al siguiente gobierno una visión de Estado que asigne a cada ministerio y a cada región su tarea y su meta.
Sin embargo, los recursos para que ese sistema de bibliotecas exista los genera el país: cada región devuelve en promedio 40% de su presupuesto anualmente, por lo general, por una falta total de creatividad para desarrollar proyectos.
El congresista Alberto de Belaunde hace énfasis en que la lectura es importante debido a que siete de cada diez adolescentes son analfabetos. Y todo por que no han tenido el hábito de leer, por lo que es una problemática que tiene que ser cambiada con urgencia.
N.B.H.I.