La paz y la seguridad internacionales han tenido un renovado impulso en los últimos días, siendo Marruecos el centro, el artífice y el constructor, de la estabilidad regional y mundial.
Los hechos concretos, reconocidos por la comunidad internacional, tienen significativamente más valor que los meros deseos. Tres acontecimientos palpables nos ilustran:
En primer lugar, las conversaciones de paz que se llevan a cabo en el Reino africano entre el Alto Consejo de Estado y de la Cámara de Representantes de Libia, para establecer la estabilidad, poner fin a la división política y construir un Estado democrático.
En segundo lugar, Naciones Unidas decidió establecer una sede -en Marruecos- para el Programa de Lucha contra el Terrorismo y de Formación en África de la UNOCT (United Nations Office of Counter-Terrorism).
Y, en tercer lugar, el reconocimiento de los Estados Unidos de la cooperación marroquí en la lucha antiterrorista en el norte de África, contribuyendo a su seguridad y desarrollo.
Esperanza de paz en Libia
Por otra parte, en el caso libio, las partes en conflicto, reiteraron su agradecimiento a los esfuerzos de Marruecos «que han permitido superar los obstáculos, a fin de alcanzar verdaderos acuerdos libios, en armonía con las disposiciones del Acuerdo Político libio».
En esta segunda ronda de diálogos se lograron acuerdos globales sobre los criterios y mecanismos para ocupar los “puestos de soberanía”, continuar con las reuniones –en Marruecos- para concretar la estabilidad en el país y preservar los valores del pueblo libio. Sin embargo, las dos delegaciones aseveraron que el proceso político sigue «esperando un apoyo claro y concreto de la comunidad internacional».
Cabe anotar que las fuerzas extranjeras en Libia dificultan el proceso de paz, contribuyendo a la desestabilización, por eso es menester que solo las facciones libias se pongan de acuerdo en reconstruir y unir al país, sin injerencia extranjera.
En este sentido, el canciller Bourita declaró que se trata de un diálogo interlibio y no de un diálogo sobre Libia, y que este último lo llevan a cabo los propios libios sin ninguna injerencia, lo que permite a las partes entenderse y debatir para llegar a un consenso.
También, indicó que el diálogo de Bouznika ha demostrado la eficacia de este enfoque que da a los libios la posibilidad de resolver sus problemas por sí mismos, y que Libia no necesita tutela ni injerencia.
Importancia de la Oficina de la ONU
La oficina de la ONU en Rabat –la única de esa especialidad en el continente- es un reconocimiento al papel de Marruecos como propulsor de la paz y estabilidad en África. La sede tiene como objetivo la prevención, educar, formar y difundir prácticas en la lucha antiterrorista, así como aunar esfuerzos en la cooperación antisubversiva.
El acuerdo fue firmado, por el canciller Nasser Bourita y el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para la Lucha contra el Terrorismo, Vladimir Voronkov, por videoconferencia,
Al respecto, Bourita, afirmó que su nación “es un socio de las organizaciones internacionales, pero también de los países africanos para desarrollar modelos de formación, buenas prácticas a nivel del continente, a fin de hacer frente a la lacra del terrorismo”.
En el continente africano, hubo un recrudecimiento de la amenaza terrorista, más de cuatro mil atentados el año pasado, frente a unos 700 hace ocho años.
Liderazgo contra el terrorismo
Finalmente, la presencia en Marruecos del secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, significó el reconocimiento de su país al Reino como socio crucial en cuestiones de seguridad, inteligencia y la lucha contra el yihadismo global, requisitos para la consolidación de la paz y de la estabilidad en el continente.
Esper congratuló a Marruecos por su liderazgo continuo en el Foro Mundial contra el Terrorismo, mientras que Bourita dijo que ambas naciones trabajan para hacer frente a los desafíos de un entorno de seguridad cada vez más complejo, no solo por las amenazas del terrorismo y otras transnacionales.
Cabe mencionar que los eventos ocurridos en Marruecos han sido todos por separado.
Finalmente, hay que destacar que Rabat contribuye financieramente y con importantes efectivos militares a las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU (Cascos Azules), y entre otras importantes iniciativas, el funcionamiento de un instituto de formación de imanes y predicadores musulmanes, cuyo objetivo es promover un islam tolerante.