La Reserva Nacional de Tambopata es uno de esos paraísos, donde, por ironías del destino, ser defensor de la naturaleza es causa suficiente para que su vida corra peligro de muerte.
La situación a la que se enfrentan las personas defensoras es difícil de medir en algunos países: las restricciones a la libertad de prensa, así como la ausencia de registros gubernamentales y de la sociedad civil sobre los abusos documentados pueden dar lugar a un subregistro.
La falta de sanciones contra los responsables de los asesinatos de los líderes ambientales es una de las mayores preocupaciones de Ben Leather, quien dijo que esa impunidad se está convirtiendo en una carta abierta para que los asesinos actúen sin miedo y cada vez con más ferocidad.
. En abril fue victimado Arbildo Meléndez Grández (Huánuco); en mayo, Gonzalo Pío Flores (Junín); y en julio, Lorenzo Wampagkit (Amazonas). El Ministerio Público precisó que no permitirán que quede impune el asesinato de Roberto Pacheco, hijo del defensor ambiental Demetrio Pacheco.
A.M.G.A