Esta se madrugada se produjo un feroz incendio en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, hasta el momento no se ha reportados muertos o desaparecidos, sin embargo el encendió ha dejado unos pocos heridos por inhalación del humo.
“El cielo refulgía, naranja, con miles de personas huyendo como en un éxodo del infierno en llamas. La destrucción fue masiva”, dijo por teléfono, Faris al Jawad, portavoz en Grecia de la ONG, Médicos sin Fronteras (MSF).
Los rescatistas están casi seguros que el incendio fue provocado. Según algunas fuentes serían los propios migrantes, quienes habrían prendido fuego en protesta en contra de las normas de confinamiento a causa de la Covid-19. Mientras otras fuentes aseguran que fueron ultraderechistas que fueron al campo tras conocerse que había un foco del nuevo coronavirus.
El campamento de refugiados Moria fue puesto en cuarentena, después que se detectara 35 casos por Covid-19, de todos, solo uno presento síntomas. Uno de los detalles a tener en cuenta, es que les habrían anunciados a las personas positivas del virus, que serían llevados a una zona especial de aislamiento, y en protesta los refugiados habrían encendido fuego. No obstante, El portavoz del Gobierno Griego, Stelios Petsas, declaró que el incendio “no fue accidental”.
De acuerdo a varias oenegés en el lugar, hubo enfrentamientos entre los migrantes que huían de las llamas y los habitantes del vecino pueblo de Moria. Los disturbios y las peleas se han vuelto casi diarios en el campamento de Moria. De enero a finales de agosto, cinco personas fueron apuñaladas en más de 15 ataques. El pasado mes de marzo, una niña perdió la vida en un contenedor quemado. En septiembre de 2019, dos personas también murieron en un incendio. A manifestaciones xenófobas que hace meses se han presentado en Lesbos, se suma ahora el miedo por el nuevo virus.
El Gobierno Griego ha enviado a varios ministros a Lesbos, y ha anunciado que declarará el estado de emergencia y prohibirá la salida de la isla de todos los habitantes en Moria, para “evitar la propagación del virus”. Esta mañana ha salido desde Atenas tres escuadrones de la policía antidisturbios para reforzar a las fuerzas de seguridad de la isla.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ha emitido un comunicado anunciando que es consciente de las tensiones entre los habitantes locales y los migrantes y ha llamado a la calma. También ha pedido a los habitantes de Moria que no intenten ir a Mitilene (capital de la isla de Lesbos).
“Urgimos a todos a que ejerzan la contención, y pedimos a todos los que estaban en el centro, que estaba bajo cuarentena después de que 35 personas dieran positivo por la Covid-19, que restrinjan sus movimientos y permanezcan cerca del campo mientras se encuentra una solución temporal para darles techo”, se lee en el comunicado.
Para varios activistas que llevan tiempo denunciando la caótica situación en Moria, lo sucedido es una tragedia anunciada. “La situación en los últimos años ha ido de mala a peor y a imposible, llegando a un nivel que supera todos los límites de la dignidad humana en cuanto a las condiciones higiénicas, el acceso a la sanidad o la salud mental. La cuarentena ha llevado la situación al punto de ruptura”, enfatizó Faris al Jawad.
El campo de refugiados en Moria, fue construido hace cinco años, con una capacidad de 3.000 personas y que ha crecido incontrolablemente. Más de 12.600 refugiados estaban hacinados en dicho lugar, rebasando los niveles, hasta cuatro veces su capacidad.
M.A.N.
