Los programas de ayuda que se desarollaban en los países con economías frágiles y destruidos por la guerra, ya no pueden recibir los recursos que se les ofrecía, ya que actualmente esta ayuda se está dirigiendo a la lucha contra el COVID-19 que ya ha puesto como nuevo centro de la pandemia América Latina.
“Existe un alto grado de preocupación de que su impacto económico provoque más desorden, más conflicto“, aseveró el experto de la ONU Richard Gowan, agregando que esto es apenas el inicio de “un drama bastante largo”. Cabe resaltar que desde marzo la ONU abogó por un alto al fuego global que no ha sido escuchado en zonas críticas como Yemen, Libia y Siria.
Las medidas como el cierre de las fronteras, también han impedido que la ayuda humanitaria llegue a estos países. “El conflicto (yemení) está nuevamente escalando, su economía está por los suelos y las agencias humanitarias están casi en quiebra. Y ahora un nuevo problema: el covid-19 se está descontrolando”, enfatizó el jefe de ayuda de Naciones Unidas, Mark Lowcock.
“Es un panorama bastante sombrío y deprimente en todos los ámbitos“, y las consecuencias económicas “van a exacerbar el conflicto en esos países”, terminó por decir el diplomático de la ONU.
N.M.O.M
