Las ansias para los fanáticos del tenis parece haber acabado. Las organizaciones ATP y WTA, han dado el visto bueno para que vuelvan los partidos de gran calibre a las canchas profesionales. Esta vez, el conocido campeonato de Cincinnati no se disputará en el Mason Arena de Ohio sino que se vivirá en el Billie Jean King National Tennis Center en Nueva York. Todo ello, por precaución ante el Covid-19, dado que este evento también servirá como antesala del US Open.
Los tenistas se instalarán en la llamada burbuja de NY, donde podrán hospedarse con todas las previsiones de salud en hoteles oficiales y competir sin riesgo las dos competiciones en el mismo recinto. Sin embargo, algunos de la lista de convocados no han confirmado su presencia y parecen no muy propensos a competir tan prematuramente: el español Rafael Nadal, tiene previsto regresar a las canchas en superficie de tierra como la de Madrid y la de Cincinnati es dura; y el suizo Novak Djokovic, quien se recuperó hace unos días del covid-19 y declaró que preferiría reiniciar las competiciones en setiembre. Por otro lado, la que sí está entusiasmada con el master es Serena Williams que competirá además en dobles junto a su hermana Venus.
Cae por peso la ausencia de Roger Federer, ya que ha declarado que no participará este año en ningún torneo. A él se le suman el suizo Stan Wawrinka, el italiano Fabio Fognini. el francés Gael Monfils y la japonesa Naomi Osaka, jugadores top 20 que no piensan viajar a Estados Unidos para la gira competitiva. En el ámbito latinoamericano, el argentino Diego Schwartzman ha confirmado su presencia criticando la poca comunicación de la ATP con los jugadores.
Los cuadros confirmados se sabrán en unos días, los tenistas se pueden retirar en cualquier momento de la lista y al mismo tiempo otros pueden inscribirse pidiendo una invitación exclusiva al torneo. Lo que sí está en constante seguridad es el número de infectados registrado en EE.UU. y su número de muertos que rondan las 150 mil personas.
