Equipo de científicos al mando de Karen Osborn, zoologa del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian y el biólogo Sonken Johnsen, dieron a conocer en la revista Current Biology, que el pez ultranegro absorve toda la luz que llega a su piel, pero solo el 0,05% de esa luz logra reflejarse. Esto le permite camugflarse en la oscuridad del océano incluso si la luz bioluminiscente les choca.
Este fenómeno se debe gracias a la Melamina, que los peces ultranegros poseen, este pigmento es igual al que poseen los seres humanos para proteger la piel de la luz solar. Asimismo, la Melamina es un pigmento abundante en la piel del pez que se distribuye de manera única y uniforme.
«Esta estructura que contienen pigmentos están empaquetados en la célula de la piel como una pequeña máquina de chiclets, donde todos los chiclets tienen el tamaño y la forma adecuada para atrapar la luz dentro de las máquinas», comentó Alexander Davis, coautor del estudio.
Es así que el pez ultranegro «Efectivamente, lo que ha hecho es una trampa de luz supereficiente y super delgada. La luz no se recupera; la luz no pasa. Simplemente entra en la capa y desaparece», dijo Osborn.
R.R.Q.A.